El alcalde de Vitoria, Javier Maroto
(PP) se ratificó ayer en sus declaraciones
sobre ayudas sociales e inmigración
y ha dejado claro que no
va a pedir perdón a nadie por ellas
«y menos a SOS Racismo», asociación
que le ha denunciado por sus
palabras. Maroto y también el diputado
general de Álava Javier De
Andrés se mantuvieron firmes en
sus manifestaciones un día después
de que el fiscal superior del País
Vasco, Juan Calparsoro advirtiera
que no descarta llamar al primer
edil a declarar por las afirmaciones
en las que aseguraba que los inmigrantes
magrebíes no quieren trabajar
y viven de las ayudas sociales.
«No voy a rectificar. Me reafirmo
en todo lo que dije y no creo
que tenga que pedir perdón a nadie
y menos a SOS Racismo», insistió
el alcalde de Vitoria que ha
reanudado su actividad pese a estar
aún combaleciente de una operación
de peritonitis. SOS Racismo
de Álava presentó una denuncia
contra Maroto por considerar
que sus manifestaciones eran
constitutivas de los delitos de incitación
al odio y contra la dignidad
de las personas, informa Efe.
Por su parte, el diputado general
de Álava, Javier de Andrés , aseguró
ayer que si la demanda de SOS
Racismo en su contra prospera y
le imponen una multa, ésta no tendrá
efecto en las arcas forales porque
la pagará de su bolsillo. SOS
Racismo reclama a De Andrés
79.296 euros por los daños ocasionados
al acusarle de «fraude».
«Me hago responsable de mis
palabras y las mantengo», afirmó
ayer Javier De Andrés que insistió
que no piensa cambiar de opinión
ni negar sus ideas porque «es la
obligación de un político decir lo
que piensa y más en un tema de relevancia
». El diputado general de
Álava había recordado que SOS
Racismo realizó un empadronamiento
«ficticio» de 1.532 inmigrantes
tal como consta en una
sentencia judicial firme.