Un agente de policía fue tiroteado la pasada madrugada en la localidad estadounidense de Ferguson (Misuri) en un incidente que, según las autoridades, no parece relacionado con las protestas reavivadas esta semana por la muerte de un joven afroamericano desarmado abatido a tiros por un policía en agosto.

Según la policía, el tiroteo se produjo cuando el agente se acercó para realizar una inspección rutinaria en un centro comunitario donde vio a un sospechoso en la parte trasera del edificio, informaron medios locales.

El jefe de policía del Condado de St. Louis, Jon Belmar, indicó que el incidente no parece estar relacionado con las protestas que resurgieron esta semana.

“No tengo ninguna razón para creer en este momento en que está vinculado de alguna manera con las protestas”, indicó en unas declaraciones recogidas por CNN.

Cuando el oficial salió de su vehículo para realizar la inspección, el sospechoso emprendió la huida; el agente inició una persecución a pie y el sospechoso le disparó hiriéndole en un brazo.

El agente, cuya identidad no ha sido revelada, disparó también al sospechoso pero éste logró huir hacia a una zona boscosa y según la policía no hay evidencias de que resultara herido.

El Departamento de Policía del condado de St. Louis ha iniciado una investigación y la búsqueda del sospecho.

El agente fue hospitalizado y, según las autoridades, su vida no corre peligro.

Ferguson, un suburbio de St. Louis de mayoría afroamericana, vivió dos semanas de disturbios después de que el joven Michael Brown, de 19 años, fuera abatido a tiros el 9 de agosto por el policía Darren Wilson en circunstancias todavía no aclaradas.