Internacional
Los yasidíes «alemanes»
ABC, , 28-09-2014Alemania acoge la mayor comunidad en Europa de esta minoría religiosa, que ve con preocupación la persecución de los suyos en Irak
Chaukeddin Issa no tiene dudas: «El objetivo del Estado Islámico fue desde un principio eliminar del mapa a todas las minorías religiosas. No quieren a ningún otro tipo de creencia o religión en su califato que no sea la suya. Por eso comenzaron con la persecución no sólo de yasidíes, sino también de cristianos e incluso de kurdos chiítas».
Issa es miembro del Consejo Central de los Yasidíes de Alemania, el país europeo con la mayor comunidad de esta minoría religiosa. Los yasidíes llegaron a Alemania a partir de la década de los cincuenta procedentes de Siria, Irak, Irán y Turquía (los Estados que comprenden los territorios históricos del Kurdistán) por motivos económicos, como estudiantes o como refugiados políticos.
«Todos los yasidíes son kurdos sin excepción. El yasidismo era la única religión del Kurdistán antes de las diferentes olas de islamización», sentencia este traductor e historiador de 59 años, llegado a la capital alemana desde el noreste de Siria en 1974. Issa habla sentado en el salón de su casa, en el distrito berlinés de Kreuzberg, en un perfecto y aseado alemán. Razona con la tranquilidad de un intelectual con un profundo conocimiento de la historia de la religión y de Oriente Próximo.
Aunque no hay estadísticas oficiales, se calcula que en Alemania viven unos 60.000 yasidíes (Chaukeddin Issa aumenta esa cifra hasta los 120.000 sumando a todas las generaciones). Así pues, no es de extrañar que cuando empezaron a llegar a Europa las primeras informaciones sobre la persecución de yasidíes en el norte de Irak, las calles de algunas ciudades alemanas se llenasen de miembros de esta minoría religiosa.
«Frenemos el genocidio», gritaban los cientos manifestantes de concentrados hace unas semanas en Herford. En esa pequeña ciudad del oeste de Alemania incluso se produjeron enfrentamientos entreyasidíes y simpatizantes del fundamentalismo del Estado Islámico. La policía tuvo que intervenir y los titulares de la prensa hicieron saltar las alarmas en un país que ya ha sido escenario de enfrentamientos entre sus amplias comunidades turca y kurda cuando la cuerda entre la guerrilla kurda del PKK y el ejército turco se tensaba en el sureste de Turquía.
En declaraciones al diario «Frankfuter Allgeimeine Zeitug», el portavoz del Consejo Central de los Yasidíes, Telim Tolan, reconoció que es la primera vez que «salafistas atacan a la comunidad yasidí en Alemania». «Hasta ahora nunca hubo tensiones», asegura Chaukeddin. «Con la excepción del asesinato de un miembro de nuestra comunidad a manos de un fanático islamista en los años 90, puedo decir de corazón que las relaciones entre musulmanes y yasidíes en Alemania han sido pacíficas. Nunca me sentí excluido por la comunidad árabe, turca o kurda por mi credo», dice Issa, quien, sin embargo, no descarta nuevos enfrentamientos.
El Gobierno alemán ya está preparando un envío de armas a las fuerzas militares kurdasdel norte de Irak, los conocidos como pershmerga. Tras visitar Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, el ministro de Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Frank – Walter Steinmeier, convenció a la canciller Angela Merkel de un cambio de la hasta ahora dubitativa estrategia alemana respecto al avance del yihadismo en el país árabe. La presión del lobby de la industria armamentística alemana también parece haber jugado un papel importante en esa cambio de opinión.
Esas dudas encajan con la dificultades que pone a Alemania su historia moderna en este tipo de situaciones, y también con la posibilidad de que armas alemanas caigan en manos no deseadas, como ya ocurrió en México, por ejemplo (fusiles de asalto G36 de la empresa germana Heckler&Koch llegaron al crimen organizado). La posibilidad del surgimiento de un Estado independiente kurdo en el norte de Irak es otra de las razones que frenaba a Berlín.
«Occidente ha reaccionado tarde, pero no demasiado tarde», asegura Chaukeddin Issa sobre el envío de armamento a los kurdos iraquíes por parte de países como Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia, y afirma que entiende las reservas de Berlín. «El Gobierno alemán practica la política que cree correcta. Al fin y al cabo, la Constitución alemana no permite el envío indiscriminado de armas. Pero está claro que los kurdos, a pesar de ser duros combatientes, no podrán vencer al yihadismo sin armas modernas».
«El yasidismo es una de las religiones monoteístas más antiguas de la humanidad. La diferencia entre el yasidismo y otros credos monoteístas, como el cristianismo o el Islam, es que nosotros no creemos en el binomio entre el bien y el mal, sino que sólo creemos en la existencia de un dios bueno. Según nuestra religión, el ser humano, creado por el todopoderoso, es el portador del bien y el mal. El yasidismo tampoco tiene profetas, sino sólo un ángel que intermedia entre Dios y el ser humano».
Chaukeddin Issa es autor de los libros «Yasidismo: religión y vida» y «Héroes yasidíes» (ambos publicados en alemán). Según Issa, su minoría religiosa se ha convertido en el principal blanco del Estado Islámico por ser considerados por los fundamentalistas miembros de una comunidad impía, a diferencia de los cristianos o los musulmanes chiítas. De ahí elensañamiento de los yihadistas con la minoría yasidí.
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