sociedad
El velo pide paso en las aulas
El marco legal en la CAV da la palabra a los colegios respecto a las obligaciones de los alumnos. Cuando Imane y Oumaima dieron con uno de los pocos centros guipuzcoanos del modelo A, se toparon con que no podían vestir pañuelo en la cabeza.
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 28-09-2014imane y su hermana Oumaima se van. Llegaron con su familia desde Murcia el 1 de septiembre con la intención de iniciar una nueva vida en Idiazabal, pero nunca pensaron que sus estudios supondrían un problema para ellas, como ha sido. Las normas de uno de los pocos centros de Gipuzkoa donde se imparte el modelo A, todo en castellano, les impiden cubrirse la cabeza y en ese marco el velo que ellas visten no tiene cabida.
El instituto, que no ha querido comentar lo sucedido pese a las llamadas de este periódico, les puso las “cosas muy claras”, según afirman las jóvenes: “La normativa del colegio impide cubrirse la cabeza y si queréis estudiar aquí, os tenéis que quitar el pañuelo en la entrada. Pensáoslo, nos dijeron”. Ellas no han dudado “ni un momento”, precisa la mayor de las hermanas, Imane: “Yo no tengo nada que pensar”. Dice que desprenderse del velo es una forma de “desnudarse” y atenta contra su religión y moral.
Pero, ¿se puede prohibir el velo? Lo cierto es que su uso no está regulado ni contemplado en Euskadi y, aunque su presencia es ya una realidad evidente en los centros educativos de núcleos con más población, también es cierto que el marco legal en la CAV permite, de facto, que un centro no universitario pueda definir unas normas de vestimenta y excluir, como en este caso, cualquier prenda que cubra la cabeza, lo que deja fuera el velo característico de las mujeres de confesión musulmana.
Así lo dice el artículo 26.2 del Decreto 201/2008, del 2 de diciembre, sobre derecho y deberes de los alumnos y alumnas de los centros docentes no universitarios de la CAV, que “deberán cumplir las decisiones de los órganos de gobierno del centro docente dentro de su respectivo ámbito de competencia, incluyendo las referidas al aseo y la utilización o exhibición de pertenencias personales, prendas de vestir, útiles o aparatos electrónicos…”.
Según el relato de las hermanas, les informaron de la opción de cursar sus estudios en el modelo A en otro centro, en Bidebieta (Donostia), con sus propias reglas que, en este caso, no impiden llevar velo. Pero las dificultades de movilidad les han hecho descartar la posibilidad. Imane y Oumaima debían coger un autobús de Idiazabal a Beasain, donde cogerían el tren hasta la estación de Herrera, en Donostia, y desde allí debían caminar otros diez minutos hasta el colegio. Y por la tarde, vuelta a casa. Un trayecto de más de hora y media para ir y otro tanto para volver, siempre a expensas de los horarios de Renfe. “Inasumible”, dicen.
Imane, de 19 años, y Oumaima, de 16, se sienten ahora sin alternativa y han optado por regresar a Murcia dejando a sus padres y sus dos hermanos menores en Idiazabal, donde están escolarizados: “No debería haber pasado esto en un centro público. En cuanto la directora me dijo lo del velo, sentí que me estaba echando”, asegura Imane. En su caso, al tener más de 16 años, la Administración tampoco está obligada a escolarizarla.
El caso fue puesto en conocimiento de la asociación intercultural Jatorkin de Tolosa, que lo trasladó a la Delegación de Educación del Gobierno Vasco en Gipuzkoa y también al despacho del Ararteko. “Nos han dejado claro que es el centro el que decide y poco se puede hacer. Me parece bien que esta sea una decisión democrática del consejo escolar de ese centro, pero esta realidad habrá que verla de otra manera. Las normas de un colegio están bien, pero tendrá que haber una norma superior ”, explica Saad Malec, responsable del colectivo Jatorkin.
Huyendo de la crisis
Malec pide al Gobierno Vasco que “aborde un tema que no ha hecho más que empezar”. Según afirma, Gipuzkoa se ha convertido en destino de familias de otras comunidades autónomas. Según los datos que maneja el colectivo Jatorkin, facilitados por la propia red educativa, son 650 los alumnos de origen extranjero que se han matriculado este año en los centros públicos de Primaria y Secundaria.
¿Son muchos o pocos? Malec considera que “para Gipuzkoa, son muchos”: “Lo que está pasando es que está viniendo alumnado de otras comunidades donde había centros educativos que prácticamente eran guetos y en los que cada uno viste como quiere; y casos como el de Imane no han hecho más que empezar aquí. En los próximos años se van a plantear con frecuencia casos de estos porque los recortes que se han realizado en comunidades como Valencia o Murcia, de donde viene la familia de Imane y Oumaima, son enormes y la CAV es ahora mismo la única comunidad que mantiene ciertas garantías para familias sin recursos”.
El comedor escolar, “única garantía”
Malec va más allá: “Y hay otra realidad que ya es evidente. Cada vez más, nos estamos encontrando casos en los que el comedor de la escuela es la única garantía de que sus hijos coman. Esta es una realidad cada vez más cercana. Hemos tenido un caso de Errenteria de una familia venida de Zaragoza y que no tiene ni para comer. De hecho, conocemos a profesores que ya están sensibilizados y suelen tener en las aulas galletas y magdalenas porque saben que algunos de sus niños vienen sin desayunar”.
“Hay un riesgo con el velo. Los colectivos que lo llevan y a los que les obligan a quitárselo se lo toman como un rechazo hacia ellos y eso genera desconfianza y aumenta la brecha”, reflexiona. “Nosotros hemos hablado con el colegio, que en realidad no prohíbe el velo, sino taparse la cabeza. Se debe más a un conflicto con algunos colectivos de la comunidad latina. Es una cuestión de disciplina, y el velo es distinto. Yo creo que no debes obligar de golpe a algo que sienten las personas”, concluye Malec.
sin guetos
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