Córdoba / CRÓNICAS DE PEGOLAND
LOS RUMORES
ABC, , 25-09-2014Unas oenegés han creado una plataforma contra los rumores que dificultan la convivencia. Eso sí que es una misión
USTEDES quizá lo ignoren pero ayer mismo se creó Stop Rumores, una plataforma —por supuesto, apoyada por esta nuestra Junta— que no pretende evitar que a la gente la echen de sus casas sino que las habladurías hagan la vida imposible de los ciudadanos extranjeros que residen entre nosotros. Sus promotores, entre los que se encuentra una organización no gubernamental cordobesa, han detectado que uno de los mayores enemigos de la convivencia son las habladurías, los comentarios que corren de boca en boca. Particularmente, aseguran que es preciso parar este tipo de cosas cuando afectan a los inmigrantes, tan dañados por el prejuicio denigrante. A eso han consagrado sus esfuerzos.
Dicen sus promotores que el objetivo final es crear una Agencia Antirumor que prepararía a ciudadanos especialmente dedicados a poner los puntos sobre las íes cuando se esté hablando mal de los extranjeros. Algo así como un proselitismo de la información objetiva contra las estupideces que prenden de forma exitosa entre los recovecos xenófobos que llevamos puestos. Al parecer, el modelo se está probando con cierto éxito en la ciudad de Melilla, convertida en un cóctel no siempre pacífico de culturas. Las entidades que participan en este proyecto forman a personas concretas para que aclaren determinadas cuestiones en un entorno personal, donde no llega la mano de ninguna exigencia reglada de la comunicación. Deben ser algo así como los chavales que venden Acnur de la calle Cruz Conde cuando ser va con prisas.
El rumor es potencialmente dañino. Tanto, que la ciencia ha dedicado a gente muy lista a saber cómo funciona, de qué manera se difunde. Existen aplicaciones concretas en distintos campos. En comunicación, hay empresas que cobran millonadas por la gestión de rumores, ya sea para combatirlos o difundirlos. Un político, por ejemplo, no hay nada que tema más que un rumor ante el que se encuentra indefenso. La bolsa se mueve gracias a las habladurías, que ha hundido valores. Contra lo que pueda parecer, se trata de un sistema de comunicación que crece como un virus y se deforma. Por ejemplo, se ha comprobado que un rumor es capaz de deformarse de una forma sorprendente. De 20 elementos estudiados en un experimento sobre rumores de unos psicólogos, solamente cinco sobrevivieron a su formulación original al final de la cadena.
Solamente se le puede desear el mejor de los éxitos a quien pretende alejar a los inmigrantes de los estereotipos más dañinos, particularmente, en un país como éste. Pero hay quien piensa que los rumores que prenden solamente son reflejo de las opiniones colectivas. De eso que tenemos, a veces, guardado muy profundamente. El miedo al otro que, en realidad, es el temor al pobre, al que necesita buscarse la vida. La imagen deformada de nuestras sonrisas profidén. Lo peor de nosotros mismos.
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