El Papa invita a superar la «desconfianza y rechazo» ante los inmigrantes
El Pontífice pide también más lucha «contra el tráfico vergonzoso y delictivo de seres humanos»
ABC, , 24-09-2014Con su realismo habitual, el Papa Francisco reconoce que los movimientos migratorios «suscitan desconfianza y rechazo, también en las comunidades eclesiales, incluso antes de conocer las circunstancias de persecución o de miseria» que los motivan. Por eso advierte con toda claridad que «estos recelos y prejuicios se oponen al mandamiento bíblico de acoger con respeto y solidaridad al extranjero necesitado».
En su mensaje para la próxima Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2015, el Santo Padre recuerda que «Jesucristo espera siempre que lo reconozcamos en los emigrantes y en los desplazados, en los refugiados y en los exilados», compartiendo con ellos parte de los nuestro, y «renunciando en ocasiones a nuestro bienestar».
Al mismo tiempo que pide acogida a las víctimas del desorden político y económico en sus países, el Papa advierte que «es necesario intensificar los esfuerzos para crear las condiciones adecuadas para garantizar una progresiva disminución de las razones que llevan a pueblos enteros a dejar su casa a causa de guerras y carestías, que a menudo se concatenan unas a otros».
Se juegan la vida
La mayor parte de los inmigrantes que llegan a Europa en condiciones desesperadas y jugándose la vida proceden de las zonas de guerra en Oriente Medio y Norte de África, donde proliferan conflictos internos atizados desde el exterior. Además de solidaridad con las víctimas y esfuerzo para poner fin a las causas de desplazamientos masivos de refugiados, el Papa insiste en la importancia de luchar «contra el tráfico vergonzoso y delictivo de seres humanos» así como «contra forma de violencia, vejación y esclavitud».
El pasado domingo, en Albania, el Papa Francisco recordó una idea de San Juan Pablo II: en estos tiempos en que se globaliza tanto la prosperidad como las crisis y las guerras, es necesario «globalizar la solidaridad».
(Puede haber caducado)