Atlantikaldia, el Festival de Música y Cultura de los pueblos del Atlántico ha convertido estos días a Errenteria en capital del Atlántico durante cuatro días, en los que el municipio ha sido testigo, escenario y punto de encuentro de un sinfín de expresiones culturales donde la música ha sido protagonista principal. No había más que presenciar la imagen de la carpa instalada en la plaza Lehendakari Agirre a las 22.30 del sábado a la noche. Tanto la carpa como los alrededores se quedaron pequeños para la descarga musical ofrecida por los vallisoletanos Celtas Cortos.

Dos horas de puro rock celta reivindicativo, con el brujo Jesús Cifuentes como maestro de ceremonias y cocinero mayor. Su pócima mágica, elaborada según desveló el propio cantante con ingredientes tan variopintos como «la kale borroka, la memoria histórica de Sabino Arana, un puño en alto, un chuletón, bacalao, sidra, sal y mucho cantábrico» embrujó a una masa entregada desde el primer tema.

Con el grito de guerra ‘goazen’ entre canción y canción, Celtas Cortos alternó temas de su último trabajo ‘Contratiempos’, con himnos populares como ‘Tranquilo majete’, ‘El emigrante’ – con la colaboración de la batucada ZoZongo – , una versión de la ‘Fiesta’ de The Pogues, ‘La senda del tiempo’ – con la compañía de un trikitilari y un txistulari – , ‘20 de abril’ o ‘No nos podrán parar’, que pretendía poner punto y final al concierto, pero el beste bat de un público entregado obligó a los siete componentes del grupo a volver al escenario para finalizar el concierto contando un cuento a Errenteria.

Éxito rotundo

La primera edición del Atlantikaldia ha sido un éxito rotundo tanto por la calidad de los artistas invitados como por la participación de los agentes sociales del municipio. Carla Pires, Bidaia, De Temps Antan, The Bonny Men o Hamdacha de Fes + DJ Click han completado un cartel de lujo, que ya quisieran para sí todos los festivales folk.

Si a ello le sumamos la implicación de los agentes sociales de Errenteria, la suma nos deja un festival con más de cincuenta actividades que han servido como ejercicio para recuperar la relación que tuvo el municipio con la mar, y sobre todo, construir el futuro recuperando la identidad colectiva.

La primera edición del Atlantikaldia, sin duda, ha ayudado a ello. Las ediciones venideras, que esperemos las haya, vendrán a reforzar el objetivo marcado por el Ayuntamiento de Errenteria y todos los agentes sociales que han participado en la organización del evento.