El fenómeno de los buques nodriza dispara la llegada de inmigrantes
ABC, , 17-09-2014La reducción del número de extranjeros censados en la Comunidad Valenciana parece consolidar un cambio de tendencia –al menos temporal– que, sin embargo, no parece haberse extendido a la llegada de pateras a las costas de Alicante, la mayoría de ellas ocupadas por personas de nacionalidad argelina transportadas por barcos nodriza.
La población argelina sigue, de este modo, en la senda del crecimiento, debido mayoritariamente al «empeoramiento de las condiciones de vida en un país rico en recursos naturales y reservas económicas derivadas de los ingresos procedentes del petróleo y del gas natural», tal como apunta el director del Observatorio Permanente de la Inmigración de la Universidad de Alicante (UA), Carlos Gómez Gil.
Desde 2007 hasta el presente año, alrededor de medio centenar de pateras con unos 500 inmigrantes a bordo han llegado a las costas alicantinas en un fenómeno novedoso protagonizado por inmigrantes clandestinos (denominados «harragas») a causa de la represión por parte del Gobierno de Argelia por medio de una impermeabilización de las fronteras y la creación de fuerzas especiales para vigilarlas.
«Aunque la distancia de las costas españolas con las argelinas pueda parecer escasa, la travesía es mucho más dura de lo que se imagina, en un mar que cambia de estado con mucha facilidad. Todo ello parece evidenciar que este desplazamiento pueda estar protagonizado por barcos nodriza, que realizan el reclutamiento de sus candidatos en los propios puertos argelinos, posiblemente contando con la connivencia de algunas autoridades, para después, al aproximarse a las costas de Alicante (o de Murcia y Almería) dejar a estas personas en barcas de condiciones muy precarias para que puedan aproximarse así sin problemas hasta la costa», explica el profesor y sociólogo.
Empadronados
La población empadronada ha protagonizado un aumento continuo durante la última década. Según los datos del Observatorio Valenciano de la Inmigración, en la Comunidad Valenciana son un total de 23.118: 13.516 de ellos en Alicante (más de un 58 por ciento), 2.749 en Castellón y 6.853 en Valencia.
Este repunte en los años recientes se ha producido, indica Gómez Gil, como consecuencia de un proceso de malestar social que no parece coyuntural, sino estructural: «Mientras desde el propio país no se trabaje por aliviar y eliminar las causas de ausencia de horizontes vitales y mejora de las condiciones de vida, los jóvenes seguirán pensando que la inmigración es una válvula de escape».
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