La alegría por la victoria electoral de los socialdemócratas de Stefan Lofven ha durado poco. Ganaron las elecciones en Suecia, pero no lograron la mayoría absoluta, quedándose en el 43,7 , lo que les coloca ahora en la dicotomía de buscar aliados en el partido saliente, la Alianza centroderechista del primer ministro, Fredrik Reinfeldt (39,1), o con la tercera fuerza, los ultraderechistas Demócratas de Suecia (13%), partido que incluye simpatizantes neonazis entre sus fundadores y quiere reducir la inmigración en un 90 por ciento.

Sin embargo, Lofven no ha querido ofrecer una coalición a la extrema derecha de los Demócratas de Suecia, por lo que debe ahora dirigirse a Verdes y al Partido de la Izquierda, pero también y al poder saliente, la Alianza, que incluye a partidos de Centro y el Partido Liberal para poder formar un gobierno «de centro-izquierda». «La mano está tendida allí», ha afirmado Lofven.

En cuanto a una posible coalición con los partidos de centro-derecha, Loften ha dicho que no excluye nada y que no está cerrando puertas, aunque será complicado que estos partidos, hasta ahora en la Alianza con los Liberales y el Partido de Centro, cooperen con el socialdemócrata de izquierdas, ya que éste se negó a ello rotundamente antes de los comicios.