FOTOS | Las devoluciones que siempre han sido ilegales pero que ahora son investigadas

El Diario, , 15-09-2014

No son nuevas, como tampoco es novedosa su ilegalidad. La legislación española en materia de extranjería no deja lugar a dudas: es necesaria la apertura de un proceso de expulsión con garantías. Tampoco el convenio bilateral de Marruecos: para su aplicación se ha de tener constancia de las identidades de las personas entregadas. Multitud de convenios internacionales que rechazan el derecho de asilo las rechazan. Las Naciones Unidas y la Comisión Europea han recordado su oposición a estas prácticas. Pero se hacen y el Gobierno las justifica.

La teoría empleada con este fin es la misma por la que el comandante jefe de la Guardia Civil de Melilla prestará declaración en calidad de imputado el próximo 3 de octubre en el juzgado de instrucción número dos de Melilla. Se le acusa de un delito de prevaricación por avalar este tipo de deportaciones, insostenibles en términos jurídicos. La tesis compartida con el Ministerio del Interior alude al “concepto de frontera” en la valla de la ciudad autónoma. Mientras que el juez recuerda que la totalidad de la triple alambrada es de soberanía española, el Ejecutivo sostiene que España empieza una vez sorteado el último obstáculo, lo que contradice los tratados de delimitación territorial hispano – marroquíes, según el titular del Juzgado que instruye la querella que trata de resolver si son o no son legales las actuaciones de las fuerzas de seguridad de ambos países en el perímetro fronterizo.

Estas son algunas de las devoluciones ilegales justificadas por el Gobierno bajo la tesis cuestionada por la justicia.

Tras un intento de entrada de cerca de 300 inmigrantes, alrededor de 75 personas permanecieron hasta 15  horas en lo alto de la alambrada interior, la más cercana a Melilla. Todas y cada una de ellas fueron expulsadas. Algunas de las expulsiones ilegales fueron grabadas y las imágenes, presentadas en el juzgado de instrucción número dos de Melilla como prueba de una nueva querella que se unía a la ya registrada el 18 de junio. La denuncia trata de resolver la legalidad de las actuaciones marroquíes y españoles en la valla de Melilla.

 

 

[Vídeo: Teresa Palomo]

La Guardia Civil utilicó el pasado 28 de mayo maquinaria de Mora Salazar, la empresa subcontratada por el Gobierno para abastecer al Estado de buena parte del nuevo blindaje de las vallas fronterizas, con una finalidad muy diferente: la recogida de inmigrantes, encaramados en lo alto de la valla o aferrados a las farolas colindantes, para su consiguiente devolución a Marruecos. Los dos millones de euros destinados al último refuerzo fronterizo no incluían este servicio y la propia empresa, fabricante del alambre de cuchillas, lo reconoce: “Lo hacemos como un favor”.

El pasado 3 de abril, tras un intento de entrada de inmigrantes por la valla de Melilla, 28 jóvenes permanecieron sobre el vallado durante horas.  Cuando ya comenzaban a perder las fuerzas, empezaron a descender los primeros inmigrantes, que fueron conducidos inmediatamente a la puerta que comunica la alambrada con Marruecos. La Guardia Civil ordenó a estas personas, exhaustas, que se sentaran en la zona intermedia entre ambas alambradas, a la espera de ser recogidos por las fuerzas auxiliares marroquíes. Todos fueron expulsados de forma ilegal, algunos visiblemente heridos. Aquel día, el Instituto Armado no permitió el acceso de Cruz Roja a la zona donde estaban los inmigrantes encaramados, aunque algunos precisaban de asistencia médica, un hecho sin precedentes.

[Imágenes: Blasco de Avellaneda/Edición del vídeo: Alejandro Navarro Bustamante/Texto: G. S.]

 

El pasado 24 de marzo un grupo de cerca de 20 personas permanecieron encaramados en la alambrada sobre una caseta de la Policía Nacional. Cuando algunos de los inmigrantes comenzaron a descender, los policías antidisturbios emplearon la violencia para retenerlos y devolverlos de forma ilegal al otro lado de la alambrada.

Durante el salto los agentes de la Policía Nacional, cargados de tubos de pelotas de goma, frenaron con violencia la entrada de algunos de los inmigrantes que, aunque habían pisado suelo español, fueron entregados a las fuerzas auxiliares marroquíes. Algunos, como muestran las fotografías, estaban heridos y no podían mantenerse en pie. Los agentes llegaron a arrastrar a algunas de estas personas para trasladarlos al interior de la alambrada y devolverlos de forma irregular a Marruecos.

Un agente de la Policía Nacional arrastra a un inmigrante herido al otro lado de la valla de Melilla./ Blasco de Avellaneda



Blasco de Avellaneda


La ONG Pro Derechos de la Infancia (PRODEIN) presentó ante la Fiscalía General del Estadola primera prueba de la ejecución de devoluciones ilegales en la valla de Melilla: un vídeo en el que se veía cómo varios guardias guiaban a un grupo de 15 subsaharianos entre las dos vallas y, tras abrir una puerta de la alambrada, les entregaba directamente a las Fuerzas Auxiliares marroquíes que les recibían a correazos y golpes de bastón. Los gritos de dolor que desprendían aquellas imágenes eran estremecedores.



 


 


 

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