Nuevo intento de entrada en Melilla

Los inmigrantes burlan la valla de Marruecos, pero no logran superar la malla antitrepa

El Mundo, PAQUI SÁNCHEZ MELILLA CORRESPONSAL , 13-09-2014

La nueva valla que Marruecos empezó a levantar a escasos metros del perímetro fronterizo de Melilla hace medio año provocó una gran oleada de críticas de las ONG y de partidos políticos por estar forrada completamente de varios rollos de cuchillas. El enrejado daña a la vista con sólo mirarlo y por él el Gobierno español llegó a dar las gracias a Rabat en un momento tan señalado como fue el primer viaje de los Reyes al país vecino, hace casi dos meses.

Pero ayer, en su primera prueba de fuego, esa nueva valla punzante demostró que no frena a quienes se mueven impulsados por el hambre y la desesperación. Un centenar de inmigrantes la pasó «sin demasiados problemas» para plantarse en pocos segundos a los pies del perímetro fronterizo melillense, aunque ninguno de ellos consiguió finalmente su objetivo de pisar suelo español. Como otras veces, la malla antitrepa frustró el salto masivo sin ningún pincho, sino sólo reduciendo los agujeros de la verja a la mínima expresión para que nadie pueda introducir en ellos los dedos de las manos y los pies en su escalada.

De los 100 que protagonizaron el intento, unos 60 lograron únicamente traspasar la primera de las dos vallas de seis metros que conforman la frontera hispano-marroquí, sin poder encaramarse a la segunda por el fuerte despliegue de seguridad que ya se había organizado en zona melillense. Allí estuvieron durante unos minutos, hasta que las fuerzas auxiliares marroquíes se hicieron cargo de ellos.

Todo esto ocurrió a las 13.45 horas, a plena luz del día, a diferencia de lo que suele ser habitual en los intentos de entrada de inmigrantes. También cambiaron los inmigrantes su estrategia en cuanto al lugar elegido para saltar, el cauce del Río Nano, una zona que antaño solía ser escenario frecuente de tentativas. Sin embargo, ese punto del perímetro estaba prácticamente en el olvido desde hacía meses por pillar algo más lejos del monte Gurugú, donde los subsaharianos malviven a la espera de su oportunidad europea.

Fuentes policiales barajan como hipótesis de estos cambios el intento de los inmigrantes de pillar desprevenidas a las fuerzas de seguridad de Marruecos y España, que no bajan la guardia pese a que la presión migratoria ha disminuido respecto a los primeros meses de este año. Probablemente, el centenar de inmigrantes que ayer bajó a la carrera tenía la esperanza de encontrar mermada la vigilancia de soldados alauitas por programar su asalto un viernes al mediodía, haciéndolo coincidir con el principal rezo de la semana para los musulmanes.

Sólo 121 inmigrantes han logrado traspasar ese obstáculo, de los más de 6.000 que lo han intentado en los tres últimos meses.

La ONG Prodein denunció que ayer hubo «decenas de heridos, algunos de gravedad», por los métodos empleados por el país vecino.

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