Vuelven los madrugones, los deberes y el encaje de bolillos para organizar horarios. El curso escolar se inicia esta mañana en los colegios de Educación Infantil y Primaria, lo que en el territorio de Arousa significa que alrededor de 9.000 niños con edades comprendidas entre los 3 y los 11 años retornan a las aulas de 36 centros (tres de ellos concertados, el resto de titularidad pública) distribuidos entre once municipios diferentes, desde Pontecesures a O Grove.

Un recorrido por el mapa escolar de la comarca indica que, bajo un manto general que aparenta normalidad, existen diferencias con respecto al curso anterior que en algunos casos cobran bastante importancia. Para empezar, habrá menos profesores, ocho en concreto, una situación que afecta a cinco centros. En Coirón (Meaño) la plantilla se reduce en dos docentes y en uno la del Xulio Camba, de Vilanova. En el colegio Conmeniño (O Grove) la consellería ha suprimido una plaza de docencia en Primaria y un profesor de apoyo para Infantil, que a efectos prácticos son tres puestos menos, ya que el colegio dispone este año de un aula más para la que no se ha enviado a nadie. También en Mosteiro (Meis) el plantel se recorta en una persona, si bien en el nivel de Secundaria, que no inicia las clases hasta la próxima semana. Por lo que respecta al Rosalía de Castro (O Grove), las aulas se abren sin el docente de apoyo que prestaba sus servicios en tareas de orientación.

Los problemas con la asignación de este personal de apoyo se repiten en centros de toda la comarca. Así, Educación debe confirmar todavía al colegio de Catoira la presencia de tres profesores que no se incorporarán hoy a las clases. Tampoco a la dirección de A Escardia (Vilagarcía) se le ha comunicado si podrá contar de nuevo con un profesor compartido con otros centros. Lo mismo sucede en Rubiáns (también Vilagarcía) con el especialista en pedagogía terapéutica.

Sin atención a inmigrantes

En A Lomba, el centro con el mayor número de alumnos de toda la comarca (560 este curso), permanece pendiente de confirmación la presencia de un profesor en el área de audición y lenguaje, además de la del especialista de inglés que, compartido con las escuelas unitarias de Vilagarcía, se encargaba de prestar apoyo a los alumnos inmigrantes. Al Magariños se le rechaza su petición de un segundo profesor de pedagogía terapéutica, además de verse recortado el horario del especialista en audición.

Claro que los inconvenientes no solo afectan a los centros de mayores dimensiones. Colegios pequeños como el de Armenteira están experimentando una recuperación de alumnos como no se veía desde hace años. Hoy vuelven a las aulas 66 chavales, que se enfrentarán a la reforma de la Lomce sin que la consellería haya solucionado problemas como la desaparición de ciclos, imposible en este tipo de escuelas, en las que los niños estudian agrupados. Tampoco existe la figura del profesor de apoyo. Ni siquiera para aquellos alumnos con necesidades especiales.