El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reconocido que es necesario mejorar la gestión de las ayudas sociales “entre todos los responsables institucionales” pero ha dejado claro que Euskadi no debe “renunciar” a “atender a las personas más necesitadas”.

Urkullu ha hecho esta afirmación en la inauguración de las XXIX Jornadas de Coordinación de Defensores de Pueblos que se celebran entre hoy y mañana en Vitoria, donde ha subrayado también el compromiso del Gobierno Vasco con las personas y ha hecho una “apelación a la responsabilidad”.

Estas palabras se producen un día después de que el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, haya incoado diligencias de investigación por las palabras del alcalde de Vitoria, Javier Maroto (PP), sobre los inmigrantes magrebíes y el uso que hacen de las ayudas sociales, que a su juicio deben ser revisadas.

El lehendakari ha asegurado que lo “primero es la dignidad de las personas”, la “ayuda”, la “atención” e identificar “los derechos subjetivos de las ayudas” en función de los recursos.

Ha afirmado que la “decisión política” de su Gobierno es “garantizar que los servicios públicos sean elementos fundamentales de cohesión social” y ha apelado a lograr un “pacto social”, porque según ha reconocido no se puede “llegar a todo”.

“La equidad, la eficacia y eficiencia en las ayudas para promover la natalidad y la conciliación laboral necesitan de una reflexión en el contexto del sostenimiento de nuestro modelo social”, ha añadido Urkullu.