La mañana del 29 de abril de 2012, cinco ciudadanos argelinos, tres de ellos menores de edad, denunciaron que durante la noche anterior habían recibido malos tratos en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores de Valencia por parte de un policía nacional. Aunque el Juzgado de Instrucción número 4 de Valencia archivó el caso, la Audiencia Provincial le ordenó el pasado 6 de marzo reabrirlo e imputar al agente señalado por las víctimas como autor de «graves contusiones en la cara y el cuello».

Debido a esta orden, el Juzgado de Instrucción número 4, en una providencia del 28 de julio dada a conocer ayer, cita al policía imputado para que declare el 3 de noviembre. Además, también tendrán que testificar otros cuatro agentes que se encontraban en el CIE esa noche.

En declaraciones a EL MUNDO, la portavoz de la campaña por el cierre de los CIEs, Ana Fornés, aplaudió ayer la resolución judicial y la calificó como «el logro de la lucha contra la impunidad», que, según ella, reina en estos centros.