El tiempo de estancia de James D. en Ourense se agotó este fin de semana. Pesaba sobre él una orden de expulsión, al carecer de permiso de residencia en regla. En esa situación, en vez de tratar de pasar desapercibido e intentar prolongar de ese modo su permanencia en España, provocó ayer un incidente por el que fue detenido. Aunque se trató de un altercado por el que en circunstancias normales hubiera quedado en libertad a la espera de que se celebrara el correspondiente juicio, en esta ocasión quedó a disposición de la policía a la espera del envío a su país.

James D., de 50 años, entró en un bar de la calle Cabeza de Manzaneda sobre las ocho y media de la tarde del domingo, amenazó a un cliente, a quien además golpeó y sustrajo un teléfono móvil, que luego devolvió, según la versión policial de los hechos.

El implicado fue localizado instantes después en las inmediaciones del bar. En presencia de los agentes, trató de agredir nuevamente a la persona a quien previamente ya había golpeado. Se resistió a la policía. Intentó agredir a los funcionarios, además, por lo que fue detenido y trasladado a la comisaría, desde donde hoy pasó a disposición judicial. Ahora será enviado al CIE (Centro de Internamiento de Emigrantes) de Madrid, antes de regresar a su país.

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