Las costas de la provincia se han convertido, un verano más, en el horizonte de decenas de inmigrantes que han intentado a la desesperada acceder a Europa, a través de Alicante. Más de medio centenar de ellos, 59, han arribado al litoral alicantino en patera desde principios del mes de agosto. Lo han hecho en ocho embarcaciones, la última de las cuales fue interceptada ayer mismo por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil a 2,5 kilómetros del faro de Santa Pola cuando transportaba a 10 inmigrantes magrebíes.

La patera fue localizada e interceptada a las 7.50 horas, tras ser detectada por el personal del Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE). En ella viajaba una decena de ciudadanos que dijeron ser de origen libio (la condición de refugiado político les puede abrir las puertas de la estancia en España) y argelino. Sin embargo, las primeras investigaciones de la Guardia Civil indican que todos ellos proceden de Argelia. Tres, además, declararon que son menores de edad, por lo que será necesario someterles a pruebas para determinar si este dato es cierto.

La barca utilizada para la travesía mide aproximadamente 4,5 metros de eslora y va equipada con un único motor de 30 caballos de potencia. Dentro había botellas de agua y garrafas con combustible, según ha trascendido.

En general, todos los ocupantes del bote se encontraban en buen estado de salud, si bien dos de ellos precisaron asistencia sanitaria, según confirmaron fuentes de Cruz Roja, responsable del operativo humanitario montado ayer por la mañana en el puerto de Alicante, adonde fueron trasladados los magrebíes. Los inmigrantes fueron llevados en un primer momento a las dependencias del Servicio Marítimo y posteriormente quedaron a cargo de la Policía Nacional, competente en materia de extranjería.

Cruz Roja instaló un dispositivo integrado por seis voluntarios entre sanitarios, una traductora y un jefe de equipo, para darles una primera asistencia, según informaron fuentes de esta institución humanitaria en un comunicado.

Así, les realizaron pruebas sanitarias básicas como toma de tensión, glucosa o curas de las heridas, y les proporcionaron ropa de abrigo, además de alimentación y bebida. Como resultado de esta primera evaluación sanitaria básica se determinó que todas las personas se encontraban en un buen estado de salud, aunque dos de ellas precisaron ser trasladadas en ambulancia a centros sanitarios de la localidad. Uno de ellos por una lesión en el hombro y una segunda persona con torcedura de tobillo, según las mismas fuentes.

Entre las diez personas atendidas, todos varones, tres manifestaron ser menores de edad. No obstante, las primeras investigaciones de la Guardia Civil parecen descartarlo. Este es el quinto operativo de asistencia humanitaria que moviliza Cruz Roja por llegada de pateras a la provincia. Concretamente, desde que a principios de agosto llegara la primera de esta oleada de verano, Cruz Roja ya suma un total de 57 personas llegadas en patera atendidas en costas de la provincia durante este año.

Siete en agosto

La primera del verano llegó a la costa de Santa Pola el 6 de agosto, aunque anteriormente ya se había detenido en marzo a dos magrebíes en la playa de La Vila Joiosa, quienes supuestamente habían llegado hasta allí en una de estas embarcaciones y en la misma localidad apareció también otra barca sin ocupantes.

En la embarcación arribada el 6 de agosto viajaban 11 inmigrantes de origen argelino, dos de los cuales se identificaron como menores y así fueron tratados porque las pruebas radiológicas no fueron concluyentes ni en uno ni en otro sentido. Dos días después llegaban a la provincia tres nuevas pateras, a Torrevieja y Pilar de la Horadada. En ellas viajaban 19 inmigrantes procedentes de Marruecos y Argelia, todos ellos varones, seis de los cuales manifestaron que eran menores.

El día 23 de agosto, la Guardia Civil interceptaba en varias calas de Torrevieja otras tres pateras, en las que viajaban también 19 inmigrantes, 13 de los cuales se identificaron como menores pero finalmente las pruebas determinaron que solo tres de ellos lo eran. El primer bote fue interceptado en una zona situada entre la playa de Los Náufragos y la de La Veleta. Poco después se avistaron los otros dos en la Cala Mojón y en la Cala de la Zorra.