Tensión migratoria en el Canal

Francia pide al Reino Unido más implicación en el control del flujo de inmigrantes

El Mundo, RAQUEL VILLAÉCIJA Especial para EL MUNDO, 06-09-2014

Han recorrido continentes huyendo
de las balas o el hambre. Dejaron
atrás su hogar en Sudán, Siria
o Eritrea y atravesaron media Europa
con una sola obsesión: pisar
suelo británico. En la localidad
francesa de Calais aguardan su
momento. La oportunidad para colarse
en un barco o en un camión y
poder cruzar por fin el Canal de la
Mancha. Ya casi pueden tocar el
paraíso con los dedos.
Desde hace unos meses Calais vive
un flujo sin precedentes de inmigrantes
sin papeles que se han
atrincherado en la ciudad para, desde
allí, poder llegar al Reino Unido.
Las autoridades aseguran estar desbordadas.
Calculan que hay entre
1.000 y 1.500 ilegales, un 50% más
que hace tres meses. Dicen no tener
medios para hacer frente a esta avalancha
y acusan a Londres de no
ayudarles a contener el flujo.
El pasado miércoles un centenar
de ilegales logró franquear las barreras
de las fuerzas de seguridad
y entró en el puerto de Calais. Pretendían
colarse como polizones en
los barcos que parten a diario rumbo
a Douvres, en el Reino Unido.
Escalaron vallas y algunos no dudaron
en lanzarse al agua. Otros se
esconden en los bajos de camiones
con el mismo fin. Aunque no consiguieron
su objetivo y fueron detenidos,
la situación ha tensado la
cuerda a ambos lados del Canal.
«Esto genera un desorden que da
miedo. El puerto está casi en estado
de sitio», señalaba el presidente de
la cámara de comercio e industria
de la zona, Jean-Marc Puissesseau.
La alcaldesa de Calais, Natacha
Bouchart, amenazó al Reino Unido
con cerrar el puerto si no colabora
para solucionar el problema. «Quiero
un gesto fuerte por parte del
país», denunció la política.
Le reprocha a Londres su falta de
colaboración y que no ayude a financiar
el coste que supone el dispositivo
de seguridad para controlar
estos flujos, que cifró en 10 millones
de euros al año. «En 10 años
no ha habido ningún gesto por parte
del Gobierno británico. Ahora
mismo hay una urgencia, así que
esperamos que como mínimo nos
digan que han captado el mensaje»,
dijo. El ministro del Interior, Bernard
Cazeneuve, aseguró haber pedido
a Londres «una mayor presencia
» en Calais para colaborar en el
dispositivo de seguridad y de asistencia
a estas personas.
La mayoría de estos ilegales procede
de países del este de África. A
veces incluso se enfrentan entre
ellos, en su intento por atravesar
primero la frontera. Según las asociaciones
de apoyo a los inmigrantes
en Calais, esta violencia «es
consecuencia de una guerra de territorios
» entre los grupos de exiliados
pues «están dispuestos a todo
por llegar a Inglaterra».
Un grupo se manifestó ayer para
denunciar el acoso policial y las
condiciones en las que viven. Las
ONG aseguran que corren cada
vez más riesgos y que acampan en
cualquier sitio, dado que no existe
un centro de detención en la zona.
Temen que Calais se convierta en
«la Melilla de Francia», según Mael
Galisson, de la plataforma PSM.
Según explicó a EL MUNDO
Christope Harrison, de la organización
France Terre d’Asile, muchos
de estos clandestinos vienen de
Eritrea, la llamada Corea del Norte
de Africa, país con partido único
donde sus ciudadanos «tienen las
libertades coartadas».
El Ayuntamiento de Calais anunció
que va a abrir un centro para
acoger a estas personas. El que había
se cerró hace una década pero
el Gobierno se oponía a la apertura
de uno nuevo y prefería improvisar
un espacio en el que atender
diariamente a los clandestinos.
Samara, joven de 17 años procedente
de Eritrea, llegó a Calais hace
tres meses. Según relataba a
France Info, trata de cruzar el Canal
de la Mancha cada día. «La última
vez fue ayer, todos los días
trato de pasar escondida en camiones.
Lo intento tres veces al día y
seguiré intentándolo hasta que
consiga llegar a Inglaterra. Es mi
objetivo: si se quiere se puede».

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