El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha vuelto a mostrar su preocupación por “el uso de la violencia” en la valla de Melilla, a la luz del material audiovisual difundido por dos ONG, y ha instado al Gobierno español a respetar los Derechos Humanos en la gestión de sus fronteras.

ACNUR reconoce la legitimidad de los Estados “para proteger y vigilar sus fronteras”, pero subraya que las medidas de vigilancia adoptadas “deben cumplir con el respeto” por los derechos fundamentales, la legislación nacional y europea y los tratados internacionales ratificados por España, incluyendo la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados.

ACNUR recuerda que una delegación efectuó varias misiones a Tarifa y Algeciras que le sirvieron para comprobar de primera mano la respuesta dada por las autoridades locales, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Cruz Roja Española y otros actores implicados en la acogida de los inmigrantes recién llegados a territorio español.

Sin embargo, recuerda que “los retos de proteger a los refugiados que viajan de forma irregular por mar en busca de seguridad, a menudo junto a personas que se desplazan por otros motivos, son complejos”, por lo que mantiene su “ofrecimiento de colaboración a las autoridades para abordar de una forma constructiva los retos que plantean” estos flujos mixtos y proponer mejoras en el sistema.