Una nueva oleada de inmigrantes ha puesto en alerta a la Marina italiana y colmado la paciencia del ministro del Interior, Angelino Alfano, que volvió a reclamar medidas conjuntas a la Unión Europea. De viernes a domingo, casi 4.000 personas fueron rescatadas en el canal de Sicilia por barcos de la Marina y de la Guardia Costera, así como por pesqueros y otras embarcaciones civiles. Con estos son 110.000 los inmigrantes que llegaron a las costas de Italia este año.

Según informaron los responsables de la operación Mare Nostrum, que cuesta a Italia 300.000 euros diarios, la ayuda no se limita a recoger supervivientes, sino que también se ocupa de recuperar cadáveres, 100 ayer que se suman a los 18 que se encontraron en el fondo de una lancha hinchable en la que viajaban otros 73 inmigrantes que han sido trasladados al puerto de Pozzalo (Sicilia). La lancha llevaba dos días a la deriva al sur de Lampedusa y las autoridades continúan buscando a entre 70 y 80 desaparecidos. El Ministerio de Defensa comunicó que otra nave, la fragata Faisán, había desembarcado a 1.373 inmigrantes en Reggio Calabria mientras siguen llevando a cabo taresas de socorro por toda la zona.

El necesario apoyo europeo

Antes de encuentro de mañana en Bruselas entre Alfano y la comisaria de Interior europea, Cecilia Malmström, para estudiar la situación, hoy en Roma se reunirán expertos de la Comisión Europea con autoridades italianas y de la Agencia Europea para la Protección de las Fronteras Exteriores (Frontex) para discutir si se monta una operación Frontex Plus reforzada para afrontar la presión migratoria en el Mediterráneo. Michele Cercone, portavoz de Malmström, precisó sin embargo que «aún no se ha tomado ninguna decisión sobre Frontex Plus» y que será discutida entre Alfano y la comisaria de Interior, que ha prometido «ayuda» a Italia.

El Gobierno italiano ha vuelto a pedir a al UE que el programa Mare Nostrum sea sustituido por un sistema conjunto europeo de lucha contra la inmigración clandestina. «Solo un ciego no ve lo que está ocurriendo», explicó Alfano. «La inmigración ilegal y, sobre todo, las guerras y persecuciones que tienen como escenario el Mediterráneo no son una cuestión italiana: los inmigrantes quieren llegar a Europa. Mare Nostrum nació como una operación urgente tras la tragedia de Lampedusa en octubre del año pasado, en la que murieron 366 persona. Pero no podemos llegar así al segundo aniversario en el 2015. O el tema se afronta en Europa o Italia tendrá que tomar sus propias decisiones».