El drama de la inmigración irregular volvió ayer a mostrarse con toda su crudeza en las costas alicantinas con la llegada de tres pateras al litoral de la localidad de Torrevieja con diecinueve personas a bordo. A falta de conocer las pruebas médicas, la mayoría de los ocupantes, que proceden de un país del norte de África, sostienen que son menores de edad.

Con la llegada de estas tres embarcaciones, ya son siete las pateras con las que las mafias han intentado introducir a 49 personas sin documentación a través de la costa alicantina desde el pasado 6 de agosto. Desde el 8 de diciembre de 2013 hasta ese día no se había detectado ninguna patera en la provincia.

En los casos precedentes, la llegada de pateras a las localidades de Santa Pola, Torrevieja y Pilar de la Horadada, con un aluvión de cayucos que arribaron a otros puntos del litoral español procedentes de la costa marroquí. En el primero de los casos, fue una embarcación de pescadores la que dio la voz de alarma. En el resto, ya con la Guardia Civil en máxima alerta, los radares detectaron la presencia de los cayucos.
Detectadas por el SIVE

El de ayer, a priori, se trata de un caso aislado ya que al cierre de esta edición no constaba la llegada de más embarcaciones a España. Los ocupantes de las tres pateras fueron interceptados durante la madrugada del sábado a bordo de tres pequeñas pateras frente a la costa de la localidad alicantina de Torrevieja, de acuerdo con fuentes de la Guardia Civil y de Cruz Roja.

El Instituto Armado subrayó que las embarcaciones fueron detectadas por los radares del Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil alrededor de la una de la madrugada y tomaron tierra en tres zonas diferentes de las costas de Torrevieja.

Según informó Cruz Roja, entre las diecinueve personas atendidas, todas varones y procedentes de países del norte de África, un total de trece aseguraron ser menores de edad.

Dos de estos jóvenes inmigrantes fueron trasladados al Hospital General de Alicante, de acuerdo con fuentes de la institución benéfica. Uno presentaba múltiples heridas en los pies y el otro llegó a tierra con síntomas de lipotimia. En todo caso, fuentes sanitarias señalaron que su estado no reviste gravedad.

En total, Cruz Roja movilizó a ocho voluntarios (seis sanitarios, una traductora y un jefe de equipo) para desarrollar el operativo de asistencia humanitaria que inició pasadas las dos de la madrugada y concluyó a las seis de la mañana.
Pruebas médicas

Los voluntarios practicaron a los ocupantes de las pateras pruebas sanitarias básicas (toma de tensión, glucosa o cura de las heridas) y les proporcionaron ropa de abrigo además de alimentación y bebida. Este es el cuarto operativo de asistencia humanitaria que moviliza Cruz Roja durante el mes de agosto para la atención de inmigrantes llegados en patera a Alicante.