La provincia de Alicante ha recibido ya siete pateras en lo que va del mes de agosto. Las últimas tres llegaron en la madrugada del viernes al sábado a la costa de Torrevieja. A bordo de las modestas embarcaciones viajaban 19 inmigrantes procedentes del norte de África, trece de los cuales declararon que son menores de edad, si bien se les hicieron las habituales pruebas en este tipo de casos para confirmar si decían la verdad. Todos los ‘sin papeles’ eran varones.

El primer bote fue interceptado pasadas las 00.30 horas en una zona situada entre la playa de Los Náufragos y la de La Veleta, después de ser detectado por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil. Poco después se avistaron los otros dos, en la Cala Mojón y en la Cala de la Zorra. En total, viajaban 19 magrebíes en las tres pateras. Todos ellos fueron trasladados a dependencias de la Policía Nacional, competente en materia de extranjería para su puesta a disposición judicial. Al cierre de esta edición, los adultos se encontraban bajo custodia, a la espera de comparecer mañana mismo en los juzgados.

Al parecer, la Guardia Civil detectó las pateras, Salvamento Marítimo participó en el auxilio de las embarcaciones en el mar y, una vez en tierra, Cruz Roja les prestó asistencia humanitaria, una vez más, a su llegada a los muelles. La organización movilizó a ocho voluntarios (seis sanitarios, una traductora y un jefe de equipo) para desarrollar el operativo habitual ante este tipo de acontecimientos.

Controles sanitarios

Los 19 varones fueron sometidos a pruebas sanitarias básicas (toma de tensión, glucosa, cura de heridas) y recibieron ropa de abrigo, alimentación y bebida caliente para evitar la hipotermia que normalmente presentan quienes intentan el desembarco en España a través de pateras, aunque sea en verano.

Como resultado de esta primera evaluación sanitaria, dos personas fueron trasladadas en ambulancia a centros sanitarios, uno de ellos por múltiples heridas en los pies y una segunda persona con síntomas de lipotimia, según confirmaron fuentes de Cruz Roja Alicante. En todo caso, fueron lesiones leves.

Este es el cuarto operativo de asistencia humanitaria que moviliza Cruz Roja durante el mes de agosto para la atención de personas inmigrantes llegadas en patera a las costas. Hace unas semanas, otras cuatro embarcaciones similares fueron interceptadas, primero una frente a Santa y más tarde, de manera simultánea, dos en Torrevieja y una más en Pilar de la Horadada.

Con estas asistencias, Cruz Roja ya suma 47 personas atendidas este verano en circunstancias parecidas, si bien hay algunas que no han llegado a ser examinadas por los voluntarios de la ONG. En total, los inmigrantes detenidos en agosto por llegadas de patera a la provincia ascienden a 49.

El fenómeno de las pateras había decaído en los últimos años. Sin embargo, desde unas pocas semanas han regresado con fuerza a la costa, a la vez que se han producido los asaltos masivos a la valla fronteriza de Melilla.

El buen tiempo en la mar durante el verano, con largos periodos de luna llena, invita a los extranjeros irregulares a jugarse la vida y subirse a un diminuto barco, tirado por un motor de 25 caballos de potencia, para cruzar el Mediterráneo hasta tocar tierra en España. Argelia es la procedencia inmensamente mayoritaria de los inmigrantes interceptados. Todos ellos, salvo los menores de edad, acaban ingresados en centros de internamiento para extranjeros, ya sea en Valencia o en Murcia, como paso previo a su expulsión del país. Los jóvenes con menos de 18 años pasan a disposición de la Fiscalía y, más tarde, acaban en centros de protección.

Más vigilancia en el mar

El Gobierno central, a través del Ministerio del Interior, ha adquirido recientemente nueve embarcaciones que servirán para que la Guardia Civil controle más de cerca todo lo que sucede en el mar, con especial hincapié en la llegada de pateras procedentes de África. Los últimos episodios ocurridos, además del temor a que algún inmigrante cruce el Mediterráneo infectado por el ébola, han provocado que se tomen más medidas de seguridad.

El Delegado del Gobierno en la Comunitat, Serafín Castellano, señaló durante una visita al municipio castellonense de Benicàssim que se iba a reforzar la vigilancia «a través de los sistemas de control previstos», y que siempre están «alerta» tanto «para dar asistencia a los que llegan, como para realizar los trámites oportunos».