El auge de la piratería industrial e intelectual ha desbordado un verano más a los ayuntamientos con paseos marítimos. La presión policial no ha conseguido ahuyentar a los ‘manteros’ que venden productos falsificados en la Comunitat Valenciana, aunque ha influido en el descenso del número de vendedores ambulantes en algunos municipios costeros, como Gandia, Peñíscola, Vinaròs o Alcalà de Xivert, donde los controles preventivos de la Policía Local resultan efectivos.

Algunos ‘manteros’, generalmente de origen africano, se han enfrentado a la policía y han protagonizado violentos incidentes en Alcossebre, Peñíscola, Vinaròs y Cullera, donde causaron heridas a 10 agentes municipales. Como ya informó LAS PROVINCIAS, cuatro policías locales de Alcalà de Xivert sufrieron lesiones al ser agredidos en dos noches consecutivas por un grupo de vendedores ambulantes en el paseo marítimo de Alcossebre y la playa de Las Fuentes. En uno de estos ataques, unos 40 ‘manteros’ rodearon y zarandearon a los agentes, que se vieron obligados a utilizar sus porras para abrirse paso y trasladar a un detenido al coche patrulla.

Otro tres policías resultaron heridos en el mes de julio en Vinaròs por agresiones de vendedores del ‘top manta’, dos agentes más sufrieron lesiones en Peñíscola, y otro policía de Cullera necesitó atención médica tras caer al suelo por un empujón que le propinó un ‘mantero’. La mayoría de estos incidentes tuvieron lugar durante los operativos policiales para evitar que los vendedores ambulantes accedan a los paseos marítimos.

Los agentes se colocan en puntos estratégicos, pero los ‘manteros’ aprovechan los cambios de turno de la Policía Local para extender sus sábanas con artículos falsos. Aún así, en municipios como Peñíscola, donde hace dos años se congregaban hasta 140 vendedores de productos falsificados en casi cinco kilómetros de paseo marítimo, este verano no coinciden más de 60. En Vinaròs, la Policía Local negoció con los ‘manteros’ y convenció a varios para que vendieran artículos de forma legal en los puestos autorizados del paseo Fora Forat.

Benicàssim y Oropesa son otras dos localidades donde el ‘top manta’ extiende sus tentáculos, lo que ha obligado a los ayuntamientos a aumentar el número de policías locales destinados a vigilar la playa, con agentes incluso que patrullan en bicicleta, como sucede en Oropesa.

El flagrante delito que cometen los vendedores ambulantes comienza ya a causar molestias hasta los propios vecinos. En algunos municipios como Cullera, los paseantes tienen que sortear las mantas para no pisar los productos falsificados en algunos puntos del concurrido paseo.

Tras coger un buen sitio y marcar con la mirada su pequeño trozo de territorio, los ‘manteros’ despliegan todo su arsenal de productos falsos. Clientela no les falta. Veinteañeros que buscan un cedé de su grupo preferido o un deuvedé pirata del último estreno cinematográfico, amas de casa que presumen de bolso falsificado, adolescentes que compran sus primeras gafas de sol o jubilados que lucen copias de relojes de conocidas marcas. Todo al precio más bajo. Cedés, cinturones, carteras, camisetas, polos, perfumes, ropa interior, biquinis, abanicos, colgantes, gorras y otros artículos se exhiben en tenderetes improvisados con pedazos de tela desechados, plásticos o cartones.

Las firmas más falsificadas son también las más comerciales. Diseñan sus propias estrategias para proteger las marcas, pero muy pocas se salvan del ‘top manta’. Carolina Herrera, Bulgari, Tous, Loewe, Louis Vuitton, Burberry, Chanel, Lacoste, Gucci, Tommy Hilfiger, Rolex, Ralph Lauren, Ray-Ban, Emporio Armani y Polo, entre otras, sufren cuantiosas pérdidas económicas todos los veranos.