Testigo directo

El milagro de Palma

Una de las inmigrantes rescatadas de las pateras del Estrecho da a luz una niña en Algeciras / Oleada de solidaridad vecinal en Tarifa

El Mundo, ANDRÉS MACHADO TARIFA, 15-08-2014

La felicidad también tiene cabida estos días en Tarifa (Cádiz) pese a la caótica situación que se sigue viviendo tras la oleada de pateras llegadas al Estrecho, frenada en los dos últimos días. Y es que entre los más de 1.000 inmigrantes de distintos países africanos que esperan un destino en los pabellones cubiertos habilitados para atenderles por Cruz Roja desde su rescate en aguas del Estrecho, hay una mujer, procedente de Costa de Marfil según todos los indicios, que a buen seguro ha dado por bien empleado el arriesgado viaje que emprendió hace ya varias semanas.

Se trata de una de las varias que llegaron embarazadas y que ha dado a luz una preciosa niña, que se encuentra en buen estado de salud y recibiendo todas las atenciones en el hospital Punta de Europa de Algeciras.

La feliz madre, que llegó en avanzado estado de gestación a bordo de una de las casi 100 embarcaciones de plástico que han sido rescatadas del mar desde el lunes, fue atendida en el puerto el pasado martes y trasladada al pabellón municipal tarifeño. Allí, junto al resto de mujeres embarazadas que reciben una atención especial, permaneció hasta que en la pasada madrugada no aguantó más y tuvo que ser trasladada al centro hospitalario en el que ya comparte habitación con su pequeña. Ahora, una vez que se recupere del parto, tendrá que someterse, como los demás, al procedimiento legal y casi con total seguridad quedará acogida en un centro de la Cruz Roja.

Del padre, por el momento, no se tienen noticias, por lo que todo indica que fue una más de las mujeres que se subieron solas a la barca de plástico. Aún con el riesgo del viaje, aumentado por su situación física, no dudó y se lanzó a una aventura que, como la de los demás sin papeles que están en Tarifa y Algeciras, perseguía un mejor futuro tanto para ella como para su bebé.

Esa niña que hoy, aún con el cansancio acumulado, el drama de no saber que ocurrirá en las próximas horas y el incierto porvenir que se le avecina, ha provocado una sonrisa no ya entre el personal de Cruz Roja, Guardia Civil y Policía Nacional, sino entre todos los inmigrantes. Si Princesa fue el nombre que los voluntarios pusieron a la niña que llegó sin sus padres a puerto, ahora para la recién nacida se aboga por el de Palma, patrona de la ciudad que ha visto nacer a la pequeña que salió en una patera en el vientre de su madre y que hoy ha visto la luz tras una travesía en la que pudo perder la vida.

Por otro lado, las comisarías y las ONG de Cádiz están comenzando acoger a los sin papeles, principalmente mujeres y niños, que abandonan los polideportivos de Tarifa.

La ola de solidaridad que se ha despertado en Tarifa está siendo impresionante.

Una panadería les da pan. Las vecinas traen fruta y zumos y caramelos. Mujeres marroquíes se ofrecen para hacer de intérpretes… Tanto se están volcando los vecinos que la Cruz Roja ha dicho que ya tienen suficiente, salvo que se repita una nueva oleada de pateras en el Estrecho.

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