La Comisaría de la Policía Nacional de Vigo ha lanzado este verano una ofensiva contra la explotación laboral de inmigrantes ilegales en bares y chiringuitos de las playas del sur de la provincia de Pontevedra y, fruto de este operativo, ha procedido a la detención de cuatro personas y la imputación de una quinta.

Uno de los arrestados es un conocido empresario que tiene la concesión de la mayoría de estos establecimientos en los arenales de Galicia y a quien le imputan un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal y otro contra los derechos de los trabajadores. La Policía también imputó por estos hechos a su hijo, dado que si bien considera que su participación es menor, figura como titular de la misma empresa. Otro empresario del sector también fue detenido por falsedad documental en relación a la contratación fraudulenta de una pareja de sudamericanos en situación irregular, que también fueron arrestados.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de una inspección realizada en el chiringuito de la playa de Santa Marta, en Baiona. Los agentes identificaron a un matrimonio de uruguayos que estaban empleados en este establecimiento. Como no portaban ninguna documentación, tuvieron que trasladarlos hasta las dependencias de la comisaría. Allí descubrieron que uno de ellos se encontraba en situación irregular al haberle caducado el permiso de residencia, mientras que su acompañante había usurpado la identidad de una mujer argentina para firmar el contrato de trabajo. La pareja quedó arrestada por estancia irregular y la Policía Nacional les abrió un expediente de expulsión.

Por su parte, el empresario responsable del establecimiento playero, un varón de 51 años de nacionalidad española, quedó detenido por un delito de falsedad documental al comprobarse que conocía la verdadera identidad de la mujer a la que había contratado de manera fraudulenta.

Turistas

Los agentes continuaron tirando del hilo hasta dar con el otro empresario detenido. Se pudo comprobar que el matrimonio viajó desde Uruguay el 11 de junio por el ofrecimiento de este otro empresario, que les pagó el viaje y les dio alojamiento. Tras llegar a Pontevedra, los puso a trabajar sin contrato en un chiringuito de la playa de A Lanzada.

La pareja insistió en que debía ser contratada, a pesar de que sabían que solo tenían autorización para permanecer en España como turistas. Cuando desembarcaron en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, el grupo de fronteras de la Policía Nacional les había retirado sus tarjetas de residentes por no estar ya en situación legal.

Ante la insistencia del matrimonio, el empresario, de 54 años y nacionalidad española, accedió a firmarle un contrato al varón, para lo que se valió de una fotocopia de su tarjeta de residente. Sin embargo, a los pocos días los puso en la calle.

Esta intervención policial de la brigada de extranjería y fronteras se ha llevado a cabo en coordinación con funcionarios de la Inspección Provincial de Trabajo de Pontevedra.

Los detenidos pasaron a disposición de los juzgados de instrucción números 6 y 2 de Vigo y también se dio cuenta de lo actuado a la sección de extranjería de la Fiscalía.

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