Cartas al director
Dos orillas, dos mundos
El Mundo, , 20-08-2014Sr. Director:
Sesteamos el merecido descanso entre liposucciones, dietas e implantes mamarios después de instalar la sombrilla en el metro cuadrado de playa que nos corresponde. Esto es la costa norte del Mediterráneo en el primer mundo, donde dormita la Europa que intenta que no le salpiquen pateras y cayucos, levantando muros y cerrando los ojos ante lo que sucede en África.
Al sur, en la otra orilla de nuestro mar, malviven en guetos esperando la oportunidad de escapar, los que huyen de la miseria, las dictaduras, guerras civiles y tribales, ébola, islamismo radical en auge, y que buscando un futuro más digno no dudan en jugarse la vida para cambiar de orilla.
Francia, Inglaterra, y en menor medida el resto de países europeos, conquistaron hace siglos el continente africano. Durante este tiempo lo esquilmaron y en la segunda mitad del siglo XX empezaron a abandonarlo, dejándolo en manos de dictaduras. El resultado es que África tiene unos desequilibrios estructurales, económicos y sociales cuyo resultado es la avalancha de seres humanos huyendo de la perenne pobreza. En vez de míseros donativos o mirar para otro lado, cada país debería asumir con esfuerzo económico la manera de contribuir con sus antiguas colonias para devolverle parte de lo recibido en su día, dándole la ayuda material para conseguir niveles de industrialización como los de extremo oriente, única solución que se me antoja eficaz.
Nadie sabe a ciencia cierta los seres humanos ahogados por el camino y vaya mi admiración por delante a las personas que trabajan para mejorar las condiciones de vida de estos valientes y parias soñadores, que en el mejor de los casos los encontraremos en el chiringuito donde ahogamos las penas ofreciéndonos copias de cedés o bolsos de imitación, para poder comer ese día, con ojos tristes y resignados. Juan Afán Múñoz. Jaén.
(Puede haber caducado)