La tercera jornada de toque de queda en Ferguson comenzó con otra muerte. Un afroamericano fue abatido por disparos de la policía en San Luis, a seis kilómetros del epicentro de la revuelta racial.

El fallecido, de 23 años, había intentado robar en una tienda armado con un cuchillo, según la versión policial. El jefe de las fuerzas de seguridad, Sam Dotson, contó que el dueño lo dejó escapar y más tarde otro ciudadano avisó a los agentes del comportamiento extraño del joven en la calle. Cuando los oficiales llegaron, el sospechoso se negó a entregar el arma y acabó gritando: «Disparadme ahora». Finalmente se aproximó a apenas un metro de los agentes con el cuchillo en la mano y «postura de ataque». Entonces dos agentes abrieron fuego.
El suceso echa leña al fuego de unos disturbios que cumplían ayer 11 días y se desencadenaron precisamente después de que un agente de la policía local descargara hasta seis veces su pistola en el cuerpo de Michael Brown, un adolescente afroamericano y desarmado. Desde que empezara la violencia ha habido siete heridos de bala en Ferguson. «Esto no puede ser. No queremos perder otra vida», dijo el capitán de la patrulla de carreteras de Misuri, Ron Johnson, mientras señalaba dos pistolas y un cóctel molotov requisados durante la noche del lunes.

Por si no había suficiente pólvora en el ambiente, Navi Pillay, alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, declaró ayer que lo que está sucediendo en Ferguson le recuerda «a la época del apartheid», en referencia al sistema supremacista blanco instaurado en la Sudáfrica anterior a Nelson Mandela. Pillai, abogada sudafricana, condenó el abuso de la fuerza y pidió que la policía de Misuri cambie de táctica: «Estas escenas me son familiares y en privado estaba pensando que hay muchas partes de Estados Unidos, donde el apartheid está floreciendo»

Y eso que nada de lo acontecido contó con la participación de la Guardia Nacional desplegada por el gobernador del Estado, Jay Nixon, la mañana del lunes. Obama se mostró preocupado por este despliegue militar: «Estaré observando durante los próximos días para evaluar si, de hecho, ayuda en lugar de dificultar». Desde su forzada vuelta de vacaciones dijo no querer dar la impresión de inclinar la balanza de uno u otro lado. «Debo ser muy cuidadoso y no prejuzgar los acontecimientos antes de que las investigaciones se completen». Además, agregó: «Aunque entiendo las pasiones y la rabia a raíz de la muerte de Brown, entregarse a esta rabia saqueando o llevando armas de fuego e incluso atacando a la policía sólo sirve para elevar la tensión».

Obama también ordenó al fiscal general, Eric H. Holder, desplazarse a Ferguson hoy para coordinar la creciente presencia federal en la zona. Cuarenta agentes del FBI desplegados y una autopsia también federal –la tercera– intentan esclarecer un episodio cargado de elementos de tensión racial.

Los prejuicios se han hecho patentes en una encuesta reciente del instituto Pew. Mientras una mayoría de blancos opina que la cuestión racial está recibiendo demasiada atención por la muerte de Michael Brown, un 80% de los afroamericanos piensa que ésta plantea cuestiones raciales muy importantes. La violencia policial también divide: la mitad de los blancos cree que la violencia ha sido excesiva, pero ese porcentaje se eleva a los dos tercios con los encuestados de raza negra. Aunque la cifra que más debería preocupar a Obama es la siguiente: sólo una quinta parte de los afroamericanos confía en las investigaciones en curso.

HEDY EPSTEIN Activista
«No pensé que tuviera que protestar a los 90»

Uno de los casos más rocambolescos en los incidentes en Ferguson ha sido el protagonizado por Hedy Epstein. Esta anciana, de 90 años, fue detenida durante una protesta contra la decisión del gobernador Nixon de involucrar a la Guardia Nacional en el control de los disturbios. «He hecho esto desde mi adolescencia. No creí que tuviera que hacerlo a los 90», confesó a The Nation esta superviviente del Holocauto nazi, que ayudó a las fuerzas aliadas durante los juicios de Nuremberg. Epstein, judía de origen alemán, es una conocida activista comprometida con la defensa de los derechos humanos de los palestinos en Gaza. En Estados Unidos es un personaje controvertido por algunas declaraciones en la que ha criticado sin tapujos las acciones de Israel en la Franja. La anciana y otros siete detenidos han sido ya liberados, mientras que otro de los arrestados permanece aún bajo custodia policial.

SCOTT OLSON Fotógrafo
«Quiero poder trabajar y no ser arrestado»
Por una vez fueron fotografías de Scott Olson, y no hechas por él, las que inundaron Twitter. El fotógrafo de Getty es responsable de algunas de las imágenes más impactantes de los disturbios de los últimos días. Ayer, con su cámara todavía al cuello, era él el detenido porque, según afirmó en un vídeo subido a Instagram, los agentes le habían dicho que «los periodistas debían están en cierto lugar». Olson sabe lo que es toparse con la policía. En 2012, durante las protestas contra la OTAN en Chicago, recibió un porrazo de un agente que lo dejó ensangrentado mientras tomaba fotografías. Pero incluso después de haber sido marine del ejército, Olson se ha mostrado sorprendido por las acciones y el equipamiento militar de la policía en Ferguson en una entrevista para la radio. Tras ser liberado confesó: «Quiero poder hacer mi trabajo como miembro de la prensa y no ser arrestado [por ello]».

C. HAYNES JR ‘NELLY’ Rapero
«Hay que pensar antes de apretar el gatillo»

Ayer fue también el día escogido por el rapero nativo de San Luis, Cornell Haynes Jr., más conocido por su nombre artístico Nelly, para visitar Ferguson. El artista, ganador de un Grammy, había recibido críticas en días anteriores por no pronunciarse sobre lo que está sucediendo en esta localidad del estado de Misuri. Muchas estrellas del hip-hop sí se hicieron eco de la muerte de Robin Williams, pero prefirieron no pronunciarse sobre el fallecimiento de Michael Brown. Durante su visita, ataviado con una camiseta con el hashtag#MikeBrown, exigió que se castigue a los responsables «para que el próximo agente se lo piense dos veces antes de apretar el gatillo». Para añadir a continuación, dirigiéndose a los manifestantes: «Las cosas no han sido así desde 2001 […]. Hay más médicos. Hay más abogados […], más millonarios. Tenéis opciones, hermanos y hermanas. Tenemos que entender […] y dejar de tomar la opción de la reacción». / L. Q.