Marroquíes armados y organizados volvieron durante la madrugada del pasado domingo a agredir a los inmigrantes subsaharianos del suburbio de Boukhalef, en Tánger, y a entrar en los edificios en los que éstos residen.

La activista española Helena Maleno, que durante la madrugada del viernes fue golpeada, vejada e insultada durante unos disturbios de iguales características, explicó a EL MUNDO que, a diferencia de la víspera, la Policía marroquí sí intervino esta vez.

Tras una llamada de auxilio al Consejo Regional de Derechos Humanos de Tánger, se presentaron varios agentes en el barrio, sacaron a los agresores de las casas y los dispersaron. No se realizó ninguna detención, según Maleno.

Sin embargo, estos individuos agredieron a varios subsaharianos en la calle y, armados con machetes y piedras, trataron de prender fuego a las casas y romper las cerraduras de las viviendas en las que permanecen los inmigrantes a la espera de cruzar el Estrecho.

«Estoy encerrado en la casa, las escaleras están llenas de gente con machetes», dijo uno de ellos a la portavoz del colectivo Caminando Fronteras.

«Quieren que nos echemos al agua como locos, eso es lo que quieren; o eso o vivir agredidos constantemente», manifestó otro de los subsaharianos.

La activista española sostuvo que estos individuos «son los mismos organizadores» de los disturbios del viernes. «Son los que pedimos a la Policía que detuviera», aseguró.

«Limpiar la basura»

Recalcó también que los agresores les dijeron a sus víctimas que «limpiaban la basura».

Maleno sostiene que estas personas quieren «forzar» a los inmigrantes a huir a España en patera, en un contexto en el que, según han denunciado fuentes policiales, los gendarmes marroquíes dieron personalmente el chivatazo a los sin papeles de que durante 48 horas iban a hacer la vista gorda en las costas. Hasta 1.219 personas en situación irregular llegaron a España a bordo de 125 pateras en apenas dos días.