El Ministerio del Interior anunció ayer el traslado del hasta ahora jefe de la Guardia Civil en la ciudad de Ceuta, el teniente coronel Andrés López, que a partir de ahora ocupará la jefatura de la Plana Mayor de la Cuarta Zona del Instituto Armado en Sevilla en comisión de servicios

López estaba al frente de los efectivos del Instituto Armado el pasado 6 de febrero, cuando 15 inmigrantes ilegales fallecieron ahogados cuando intentaban alcanzar a nado a la playa española del Tarajal. Al día siguiente de la tragedia, el mando de la Benemérita no reveló que sus hombres lanzaron pelotas a los subsaharianos cuando se encontraban en el agua. En un informe escribió que «en ningún momento por parte del personal del cuerpo se ha hecho uso de armas de fuego, limitándose el uso de la fuerza, el lanzamiento de pelotas de goma y el uso de cartuchos de proyección en los momentos en los que los inmigrantes se abalanzaron sobre el vallado al tratar de entrar de forma masiva y nunca de forma directa hacia los mismos»

El director general de la Guardia Civil negó durante los primeras días el lanzamiento de las pelotas, aunque luego hubo de rectificar ante las imágenes en las que se veía como los agentes hicieron uso de ellas para evitar que los inmigrantes alcanzarán suelo español

El Ministerio del Interior ha defendido a capa y espada que la actuación de la Guardia Civil fue conforme a la legalidad y no puso en peligro la vida de los inmigrantes. También que todas las víctimas se ahogaron en aguas marroquíes. No obstante, ha optado por trasladar al jefe de la Benemérita en Ceuta cuando se cumplen seis meses de la tragedia y lo ha anunciado en plena etapa estival.

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