Cinco vendedores de 'top manta' fallecen al chocar su coche contra un camión en la N-340

El turismo de las víctimas invadió el carril contrario en Alcalà de Xivert al dormirse el conductor y tres de sus ocupantes viajaban sin cinturón

Las Provincias, J. A. MARRAHÍ, 16-08-2014

La N – 340 volvió a convertirse ayer en la carretera de la muerte. Cinco inmigrantes senegaleses que se ganaban la vida con la venta ‘top manta’ en las playas castellonenses fallecieron en plena madrugada en un dramático accidente de tráfico, al empotrarse contra un camión el viejo Peugeot 406 con el que circulaban, un vehículo de quince años de antigüedad.

Según las primeras investigaciones de la Guardia Civil de Tráfico, el sueño fue el factor determinante para que el conductor del Peugeot, de 32 años, perdiera el control del vehículo, invadiera el carril contrario y acabara empotrando contra un camión articulado en un espantoso choque frontal que sacó el turismo de la carretera convertido en un deforme ataúd metálico. «De lo peor que nos hemos encontrado nunca», confesó uno de los bomberos que trabajó en el siniestro.

La tragedia sobrevino sobre las 2.50 horas, en el kilómetro 1.028 de la N – 340 a su paso por Alcalà de Xivert. Al parecer, las víctimas habían partido de Benicàssim y se dirigían a su casa en Vinaròs. Viajaban en un coche matriculado en 1999 en Tarragona cuyo maletero estaba repleto de prendas de vestir, camisetas deportivas de equipos de fútbol y otros artículos.

En sentido sur circulaba el camión, un transporte articulado con frigorífico conducido por un hombre de 48 años que nada pudo hacer por evitar el impacto. El Peugeot de las víctimas ni siquiera dejó huella de frenada sobre el asfalto, uno de los detalles que lleva a los investigadores a sospechar que el sueño fue la causa más probable, sin descartar del todo otros motivos como una distracción.

Tras la potente colisión, el coche salió despedido mientras daba varios giros que no llegaron a alcanzar a los otros conductores que transitaban por ese tramo de la N – 340. El camión también se salió de la calzada y su conductor resultó ileso. Más tarde, dio negativo a las pruebas de alcohol y drogas.

El impacto no dio tregua a los senegaleses. Los primeros guardias civiles y policías que llegaron al lugar comprobaron aterrados que ninguno de ellos respondía. Yacían inertes en el interior del vehículo. Un equipo del SAMU se presentó a los pocos minutos para confirmar los peores presagios: ninguno de ellos estaba ya con vida.

Un rescate de hora y media

Seis bomberos del Consorcio Provincial de Castellón del parque de Benicarló se dedicaron entonces a despedazar el Peugeot para liberar a las víctimas de su mortal celda de hierro. «La estructura estaba muy dañada, pero ninguno de ellos había salido despedido por el impacto, como ocurre en otros siniestros similares», explicaron fuentes de los bomberos de Castellón. Fue una amarga y resignada labor que se prolongó durante aproximadamente una hora y media, calcularon los equipos de emergencia.

Al extraer los cadáveres, los agentes de la Guardia Civil de Castellón comprobaron que sólo el conductor y su acompañante, de 30 y 32 años, llevaban puesto el cinturón de seguridad. El resto de ocupantes que viajaban en los asientos traseros, tres hombres de 33, 36 y 48 años, no habían tomado esta medida básica de precaución.

Las labores de rescate de las víctimas, la investigación y la limpieza de los numerosos restos esparcidos por la carretera obligaron a cortarla por completo entre las 2.30 y las 3.30 horas y a habilitar desvíos, como indicaron desde Tráfico. Hasta las cinco y media de la madrugada, la Guardia Civil estuvo dando paso alternativo a los usuarios de la N – 340 en ese tramo. Uno de los vehículos seguía ocupando el carril en sentido a Barcelona.

Las víctimas fueron trasladadas al Instituto de Medicina Legal de Castellón y los agentes de la Benemérita han iniciado ya las gestiones para localizar a los familiares de los fallecidos. En cuanto a la antigüedad del coche en el que viajaban, la directora general de Tráfico, María Seguí, recordó que la mayoría de vehículos del parque automovilístico español supera los diez años, «un factor que incide notablemente en la siniestralidad».

El de ayer en Alcalà de Xivert es el segundo accidente de circulación más grave de este año en toda España. El primero recayó también en la Comunitat. Fue el 22 de julio, en Cox, y murieron ocho personas de origen rumano que viajaban en una furgoneta.

También se saldó con cinco víctimas el dramático siniestro del 8 de mayo en Monterrubio de la Serena (Badajoz). El choque segó la vida de cinco chavales de entre 12 y 15 años de un equipo de fútbol.

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