El amo del Estrecho
El Periodico, , 15-08-2014Nadie discute la difícil labor que Marruecos tiene en sus manos: el freno de los flujos migratorios hacia Europa. Sin embargo, lo que sí resulta controvertido es la utilización política del fenómeno de la inmigración clandestina como un elemento de presión para alcanzar otros objetivos. Lo que ocurrió el pasado martes en aguas del Estrecho, cuando aparecieron 92 balsas hinchables con alrededor de 900 inmigrantes a bordo «ha sorprendido a todos y no es solo una disfunción o dejadez por parte de las autoridades marroquís, sino que hay más: dinero», manifestaron a EL PERIÓDICO fuentes policiales españolas en el norte de Marruecos, que conocen bien el «doble juego»
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