El «bosa, bosa» se oye en el CETI de Melilla con cada oleada nueva de inmigración

Las imágenes de inmigrantes eufóricos en el Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla se repite con cada salto a la valla que acaba en éxito. A los abrazos, los agradecimientos y los brazos en alza siempre les corresponde una canción de victoria, que significa que por fin estos viajeros han terminado su larga travesía y han llegado a España: el «bosa, bosa».

«Bosa» significa «victoria» y ya se ha convertido en el himno no oficial de los subsaharianos que alcanzan nuestro país. Cuando una nueva oleada de inmigrantes logra saltar la valla y llegan al centro, muchos compañeros salen a compartir su alegría. «Algunos grupos de inmigrantes comenzaron a cantarlo y desde entonces, se ha extendido», comenta un Carlos Arce Coordinador del área de Inmigración de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).

La atención que acaparan los medios de comunicación también contribuye a que el cántico se haya extendido. «Lo ven en la tele y se sienten identificados», afirma Arce.

Sin embargo, el coordinador advierte de que no todas las historias de inmigración acaban siempre entonando este cántico. El buen tiempo y un mar más calmado en el Estrecho (una zona de corrientes) hacen que estos días muchos inmigrantes se hayan lanzado a intentar alcanzar España. Sin embargo, las condiciones en las que lo hacen no son seguras.

«Atraviesan muchos kilómetros con barcas de juguete como las que utilizan los niños para jugar en la playa», alerta Arca. El pasado martes, Salvamento Marítimo y la Guardia Civil rescataron del Estrecho de Gibraltar a 271 inmigrantes que trataban de alcanzar la Península en 28 embarcaciones pequeñas, en su mayoría balsas hinchables.