gasteiz – Las declaraciones de Javier Maroto contra los inmigrantes marroquíes y argelinos van camino de convertirse en un tatuaje permanente y bien visible en la piel del alcalde de Vitoria. Día sí y día también la xenofobia y el oportunismo electoral de las palabras de Maroto acaparan espacio en las televisiones nacionales, las conversaciones entre los gasteiztarras y la actualidad política local, con un último episodio marcado por la petición del colectivo SOS Racismo de declarar al primer edil persona non grata si no se retracta de sus acusaciones contra los que, según él, son inmigrantes que sólo vienen a Gasteiz a vivir de las ayudas sociales. Ayer, el portavoz del PNV en el Ayuntamiento y candidato oficial a alcalde del PNV, Gorka Urtaran, no se mostraba partidario de sacar adelante una petición que pudiera acabar en dicha declaración para Maroto, principalmente porque, en su opinión, debe ser la propia ciudadanía la que hable dentro de unos meses.

“Las elecciones municipales serán el mejor momento para que Vitoria decida si quiere que el PP siga en el Ayuntamiento o no. No sólo por la actitud y declaraciones de Javier Maroto, sino por su política social, de empleo o el empeoramiento de la calidad de vida en la ciudad desde que él gobierna”, subrayó Urtaran, que ejemplificó el motivo real que, en su opinión, subyace tras las palabras del alcalde contra los inmigrantes . “Maroto mira Vitoria y no ve 242.000 personas, ve 242.000 papeletas. Ha dejado de ser alcalde y se ha convertido en candidato del PP a las elecciones”, criticaba el portavoz jeltzale en el Consistorio durante una rueda de prensa en la que refrendó la postura del grupo juntero del PNV contra el PP alavés en lo que a Foronda respecta, porque “Vitoria y Araba son agredidas continuamente por el PP y ahora quieren desviar la atención con acusaciones falsas que son un insulto a la inteligencia”.

Para Urtaran, el problema de estos actos electoralistas de Maroto son que, aunque al alcalde no parezca importarle, está creando “un ambiente de fractura social que puede acabar poniendo en peligro la seguridad ciudadana”. “Ha traspasado una línea roja no porque sea un xenófobo, que no creo que lo sea, sino porque es un oportunista y sólo busca perpetuarse en el poder”, concluía ayer Gorka Urtaran.

Mientras tanto, desde el Ayuntamiento los compañeros de partido de Maroto mantienen un frente común cada vez que alguien saca a colación esta polémica. Ayer le tocó el turno a Idoia Garmendia, concejal de Medio Ambiente, que por cierto no se mostraba especialmente cómoda cuando se le cuestionaba al respecto durante su comparecencia para hacer un balance de las fiestas de La Blanca.

“Lo que plantea SOS Racismo de declarar al alcalde persona non grata es un despropósito, porque lo único que ha hecho es constatar una realidad para que las cosas mejoren, así que no creo que tenga que rectificar. Además todos conocemos a este señor en referencia a Fede García, portavoz de SOS Racismo y el tipo de declaraciones que acostumbra a hacer”, apuntó Garmendia, a quien por cierto le hizo bastante gracia que un periodista se refiriera a la polémica suscitada como “el caso Maroto”.

Precisamente, ayer mismo el Observatorio Vasco de Inmigración sacó a la luz un informe en el que informaba de un descenso del 6,1% en el número de inmigrantes en Álava respecto a 2013, evidenciando que el famoso efecto llamada al que el PP ha aludido durante los últimos días no se ve refrendado en datos reales ni en Álava, ni en Gipuzkoa (un 0,8% menos), ni en Bizkaia (un 7,9% menos). Desde Bilbao le llovieron ayer más críticas a Maroto en palabras de la portavoz de EH Bildu en su Ayuntamiento, Aitziber Ibaibarriaga. que dijo que sus acusaciones “son impresentables y alimentan un discurso xenófobo”. Además, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, aseguraba ayer en la Ser que no aprecia delito en las palabras de Maroto, aunque dijo estar de vacaciones y desconoce la denuncia concreta de SOS Racismo.