La voz de Cecilia Ortiz se quiebra. Acaba de llegar a Ecuador tras vivir un drama inenarrable en Génova (Italia), donde le han arrebatado a sus cinco hijos. Está en Guayaquil, junto a Marisol Toral, otra ecuatoriana a la que también la justicia italiana le ha retirado la custodia de su hija, que tiene 11 años.

Cecilia Ortiz emigró a Italia y allí tuvo a Valentina, su primera hija. Luego se casó con un ecuatoriano, inmigrante como ella, con el que tuvo cuatro hijos más. La pesadilla comenzó cuando la pequeña Valentina no asistió a la escuela por una caída en el parque y el centro educativo denunció su ausencia. La Policía llegó a su casa para las averiguaciones, días después fueron citados y acusados de abuso sexual a la pequeña. Al comienzo, Cecilia podía visitar a su hija una vez por semana, en un centro de acogida. Desde hace 16 meses no puede verla. Sospecha que fue entregada en adopción.

La pesadilla de Cecilia continuó. Un día su esposo la llamó por teléfono desesperado. Había ido a recoger a sus otros tres hijos en la escuela pero no los encontró. Los asistentes sociales se los habían retirado. Tres policías se presentaron luego ante ella y le entregaron un escrito, de pocas líneas, en el que informaban le retiraban la custodia de los chicos por el mismo delito sexual. Los abogados no han podido hacer nada. «La justicia italiana es atroz», dice Cecilia. Su esposo pidió ser apresado mientras se realizaba la investigación, pero las instancias judiciales no aceptaron: dijeron «no tener pruebas para acusarlo». Cecilia que estaba embarazada, y durante el proceso judicial y la retirada de custodia de sus hijos tuvo un parto prematuro. Nació Dasha, su quinta hija, pero a los tres días se la llevaron los policías. «Me siento muerta», explica a ABC con voz apenas audible.
Hay decenas de casos

A pesar de su propia tragedia, a Marisol Toral se la escucha más serena. Preside el comité «Madres Valientes de Ecuador». Ella anima a Cecilia a que denuncie a Génova por violación a los Derechos Humanos. Marisol también perdió en Génova a su hija Ilaria Mellizzi, fruto de la unión con su marido italiano, quien siempre la amenazó con denunciarla a las autoridades por «problemas mentales». Tras el divorcio, se quedó con la custodia. «A las madres extranjeras nos tildan de incapaces de criar a nuestros niños», dice. Marisol continúa batallando en los tribunales desde diciembre de 2007.

El programa de TV Visión 360 de Ecuavisa, citando al Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador, dio cifras: 1.400 niños ecuatorianos tienen medidas de seguimiento; a 150 le quitaron el tutelaje de sus padres y están bajo la custodia del Estado italiano y en proceso de ser adoptados, mientras que 66 menores han sido entregados en adopción.

Las madres afectadas creen que detrás de este drama hay dinero y corrupción, porque el Estado italiano paga 100 euros diarios por cada niño que pasa a una «Comunidad Infantil». El ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, anunció que el Gobierno tomará a cargo la defensa de las madres afectadas. Habló de que no son 100 sino 400 euros diarios que se pagan a los hogares italianos. La Embajada de Italia dijo a ABC que prepara un comunicado. Las madres afectadas se quejan de la inacción de las autoridades ecuatorianas.