La avalancha de inmigrantes subsaharianos que en los últimos días han logrado cruzar el Estrecho de Gibraltar está planteando serios problemas a los servicios policiales y de asistencia españoles. Aunque como resalta el subdelegado de Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, «la prioridad es salvar vidas», tanto la Comisaría de Policía de Algeciras (Cádiz) como los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Algeciras y Tarifa se encuentran totalmente colapsados. El portavoz del Sindicato de Policía Unificado, Antonio Morillo, declaró ayer que se encuentran «al límite de sus posibilidades». En la Comisaría de Algeciras, cuyos calabozos tienen una capacidad de 150 personas, se contaban más de 280. Debido a que no se puede retener a los subsaharianos más de 72 horas, fuentes policiales se planteaban empezar a trasladarlos a otros CIE o incluso comenzar a ponerlos en libertad. En Tarifa, la saturación del centro de acogida local ha hecho necesaria la colaboración del ayuntamiento, que ha tenido que ceder un polideportivo para que los inmigrantes sean atendidos por la Cruz Roja. El alcalde tarifeño, José Ignacio Landaluce (PP), lleva pidiendo desde abril la construcción de un nuevo CIE en la localidad, algo que ha tildado de «difícil» pese a la necesidad de «mejorar las condiciones» del centro existente.

La Junta de Andalucía reclamó ayer «más apoyo» de la UE en temas de inmigración ante el aumento de la «emergencia social» que supone la masiva llegada de inmigrantes.

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