La política vasca toma posiciones en la polémica creada por el discurso del alcalde de Vitoria, Javier Maroto (PP), que ha acusado reiteradamente a marroquíes y argelinos de “vivir principalmente de ayudas sociales”. Si bien el alcalde de Bilbao y el de San Sebastián han mostrado este viernes su rechazo a la actuación de su homólogo vitoriano, la contundente comparación con Hitler que hizo el pasado jueves el presidente del PNV alavés, Xabier Agirre, ha sido el detonante para que el primer edil reciba el apoyo público y oficial del PP alavés y del portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso.

El alcalde de Bilbao, Ibon Areso, ha dicho, sin embargo, querer ser cauto con su “colega”, pero ha reprochado a Maroto la manera de actuar: “si entiendo que tengo un problema, más que hacer declaraciones diciendo que viven del cuento, lo que tengo que hacer es tomar medidas concretas”. Todos los partidos de la oposición vitoriana han pedido a Maroto que no hiciera electoralismo con temas “delicados” como el de la inmigración cara a las elecciones de mayo. La ONG SOS Racismo, por su parte, reclamó a la Fiscalía que abra diligencias contra Maroto.

“Demuestran desconocer la realidad de Vitoria”, ha apuntado Alonso por Twitter. “Como vitoriano yo también me siento insultado”. El propio alcalde aseguraba al reafirmar sus palabras que nunca había tenido tanto apoyo de los vecinos.

Areso ha criticado, además, la manera en la que Maroto señaló a grupos y colectivos concretos y recordó que la normativa “es igual para todos los que están empadronados en Euskadi”. Por ello, ha animado a Maroto a que debatir la proposición con el resto de partidos puede ser más productivo. “Los políticos tenemos que tratar de incentivar sensaciones”, subrayó

El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre (Bildu), ha sido mucho más tajante en una entrevista a Radio Euskadi. “En el fondo lo que hay es un discurso totalmente xenófobo”, ha explicado el alcalde, que aboga por “recibir con los brazos abiertos” a toda la gente “que viene de fuera”.

Izagirre ha apuntado, asimismo, que cree que la Renta de Garantía de Ingresos “se da a quien se tiene que dar” y que “si existiera alguna trampa será igual entre gente de fuera y de aquí”.

El diputado general de Álava, Javier de Andrés (PP), ha respaldado a Maroto —que ya anteriormente había tenido confrontaciones con los inmigrantes— en todo momento y ha tratado de abrir el debate político de las ayudas sociales.

El PP está valorando medidas para restringir el acceso a las ayudas sociales a los extranjeros, como se está haciendo en Reino Unido, donde quieren limitar la percepción de esos recursos a tres meses. Endurecer la reforma de la legislación de las ayudas sociales vascas, modificada en 2011, se ha convertido en el discurso del partido en Álava, que ha pedido en un comunicado “sosiego y tranquilidad” para debatir los problemas “reales” de los ciudadanos.

Frente a la confrontación, el PNV ha mostrado su rechazo ante la posibilidad de acometer una nueva modificación en la ley de ayudas sociales. El lehendakari Iñigo Urkullu explicó ayer en una entrevista en EFE que no es necesario un mayor control de esas ayudas, dado que, según explicó, el 60 ó 70% de las personas que las percibe son de origen español, mientras que el fraude de 53 millones de euros denunciado supone el 6 % de los 800 millones concedidos a lo largo de dos ejercicios. “Una cifra seria”, insistió De Andrés.

El PP instó además, a los nacionalistas a “pedir perdón” por insultar a “miles” de vitorianos, e invitó a Agirre, a través de una nota, a salir a la calle para comprobar el sentir de los vitorianos. “Hay que recordar que Hitler ganó unas elecciones exacerbando la confrontación contra los judíos y aquello tuvo las consecuencias que tuvo”, comparaba Agirre el jueves. El PP ha tildado el mensaje de “frívolo” e insultante “para los vecinos de Vitoria”.