Las costas alicantinas vuelven a estar en la ruta de las pateras de la inmigración ilegal, como quedó patente ayer en la primera de estas embarcaciones detectadas este año en la Comunidad Valenciana. En este caso, fueron rescatadas en buen estado de salud 11 personas a bordo de una barca de muy reducidas dimensiones a 25 millas de la costa de Santa Pola, cerca de la isla de Tabarca, según precisaron fuentes de Cruz Roja y de Salvamento Marítimo.

El aviso lo dio una embarcación pesquera sobre las 23.00 horas del martes y ya de madrugada los efectivos de la Guardia Civil intervinieron providencialmente dadas las circunstancias de especial riesgo para las vidas de estos inmigrantes , que finalmente llegaron a tierra sobre las cinco de la mañana. La minúscula patera –poco más grande que una lancha– difícilmente les hubiera permitido navegar mucho tiempo ni avanzar una gran distancia en el mar.

Se trata de once varones, de entre 25 y 35 años, aunque uno de ellos afirmó tener 17 años y posteriormente se realizaron pruebas médicas para certificar si efectivamente es un menor de edad. Según indicaron desde la Cruz Roja, los inmigrantes aseguraron que habían zarpado de Argelia.

Además de la revisión de su salud, los voluntarios de Cruz Roja proporcionaron ropa seca de abrigo y alimentación y bebida «para estabilizar niveles de glucosa», según Chessa.

Los 11 inmigrantes permanecían –al cierre de esta edición– en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Alicante pendientes de pasar a disposición judicial.

Las mafias de la inmigración ilegal han puesto su punto de mira nuevamente en el litoral de Alicante sin que les haya disuadido ni siquiera la colocación hace varios años de los dispositivos de rastreo especiales SIVE (radares capaces de detectar pequeñas embarcaciones). Se encuentran emplazados en Santa Pola, Cabo Roig, Benidorm y Denia.

Este problema de la entrada desde el mar de personas sin papeles a bordo de barcos parecía ya ajeno a las costas alicantinas el año pasado, cuando se registró una auténtica oleada en otras zonas más al sur de la Península Ibérica, como Cartagena, Almería y, sobre todo, Cádiz.