Dos detenidos en un club de alterne por cobrar 3.600 euros a un cliente tras drogarlo
La víctima, un ciudadano suizo de 64 años, afirmó a la policía que le dieron alcohol o narcóticos para mermar sus facultades y usar su tarjeta
Diario Sur, , 07-08-2014Agentes de la Policía Nacional han detenido al dueño de un club de alterne y a uno de sus empleados acusados de estafar a un cliente. La víctima, un ciudadano suizo de 64 años, declaró que le cargaron 3.647 euros en sus tarjetas de crédito tras narcotizarlo, según ha podido confirmar SUR.
El suceso ocurrió en la capital malagueña. El afectado se presentó en las dependencias de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en el distrito Centro para denunciar que había detectado en su cuenta corriente un gasto que no había realizado en un club nocturno de la ciudad.
Los agentes empezaron a indagar en los hechos relatados por la víctima, quien aseguraba que en el establecimiento le habían suministrado alcohol u otras sustancias estupefacientes para mermar sus facultades y usar sus dos tarjetas de crédito, según fuentes cercanas al caso.
Las investigaciones condujeron al empleado del club de alterne que maneja el datáfono, de 29 años, que fue arrestado por su presunta participación en los hechos. No fue el único. Los agentes también se llevaron detenido al propietario del establecimiento, de 44 años. La policía les imputa a ambos un supuesto delito de estafa al considerar que habrían realizado cargos al cliente por servicios que no habría recibido.
Aunque pueda parecer un caso aislado, no lo es. Hace algo más de un mes, la Policía Nacional informó de la detención de los gerentes de dos locales de alterne y una cafetería en Valencia acusados de defraudar 95.000 euros a sus clientes mediante el mismo modus operandi, que consistiría en cargar en sus tarjetas de crédito importes desorbitados por consumiciones y servicios no prestados. Los arrestados en la provincia levantina son dos mujeres de 36 y 40 años, de origen rumano y ruso, respectivamente, y un hombre de 64 natural de Rusia.
La investigación desarrollada en Valencia apunta a que estas personas habrían actuado conjuntamente para delinquir a través de sus locales, que funcionaban mediante una complicada red empresarial, e intercambiaban los datáfonos de sus negocios para dificultar la labor policial.
Las pesquisas comenzaron a partir de una serie de denuncias, en las que las víctimas tenían en común haber acudido a dos clubes de alterne de la ciudad de Valencia. Tras pagar con tarjeta de crédito las consumiciones y servicios demandados y abandonar los locales, los clientes comprobaban en los extractos bancarios que les habían cargado cantidades desproporcionadas.
La mayor parte de las víctimas eran turistas extranjeros que estaban de paso por Valencia durante un periodo corto de tiempo y que, para cuando se dieran cuenta del fraude, ya estarían en su país de origen.
La Policía Nacional trata ahora de localizar a otras víctimas –turistas que, por lo general, residen fuera de España– a través de los mecanismos internacionales de coordinación policial.
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