Miguel Ángel Navarro responsable del programa ‘Antirrumores’
“La rumorología sobre inmigrantes tiene un efecto muy negativo en la convivencia”
A través del programa que dirige, Navarro se ha propuesto acallar la rumorología en torno a los inmigrantes que viven en Portugalete
Deia, , 02-08-2014Portugalete – Identificar, analizar y rebatir con perspectiva crítica y rigurosa los principales estereotipos y falsos rumores que en relación a la inmigración y la diversidad cultural circulan en Portugalete. Ese es el objetivo del nuevo proyecto jarrillero bautizado como Antirrumores. Miguel Ángel Navarro es el propulsor de esta iniciativa que en Portugalete se complementa con una campaña municipal que ofrece datos concretos para acabar con los diferentes rumores que se proyectan la actitudes hacia las personas extranjeras. ¿Qué le lleva a idear un proyecto como este? – Surge de una iniciativa del Gobierno vasco, que está preocupado por los nuevos prejuicios que existen hacia las personas extranjeras. Para ponerlo en marcha se tuvo en cuenta un exitoso programa de Barcelona y poco a poco se han ido apuntando municipios de Bizkaia, como Bilbao, Portugalete y Getxo. Pronto comenzará en Gipuzkoa. Esta campaña va dirigida a los inmigrantes, pero se trabaja con personas locales. – Se pueden realizar muchas iniciativas dirigidas hacia los inmigrantes, pero no tienen efecto si no se trabaja con la sociedad de acogida, porque los rumores que circulan producen un efecto muy negativo en la convivencia. ¿Son los rumores el mayor enemigo de la inmigración. – Sin duda. Los rumores que se escuchan en la calle crean reticencias hacia ellos y conductas de discriminación y racismo que dañan las relaciones cotidianas. ¿Cuál es el rumor más extendido en la actualidad? – El que más se escucha es que acaparan las ayudas sociales y que por ese motivo – otro rumor – no quieren abrir sus propios negocios. También que se llevan el trabajo al trabajar más barato.¿La mejor forma de acallarlo son las cifras? – Las cifras por sí solas no valen. También son necesarios los argumentos para darnos cuenta de en qué sociedad queremos vivir. Los datos son muy importantes, pero ninguna persona nacional va a llegar a una conclusión racional solo con eso. Y ahí entran en juego los antirrumores… – Exacto. Se ha formado a veintitrés personas para que intenten sensibilizar a la gente de su alrededor sobre la realidad de la inmigración y que colaboren a evitar que cualquier personas diga cualquier barbaridad sobre los inmigrantes. Si logramos que no existan ambientes hostiles y se creen espacios amables hacia la inmigración iremos avanzando. Parece todo un reto. – Intentamos trabajar persona a persona, pero también de manera general, en este caso en Portugalete, para lograr la sensibilización a través de diferentes argumentos que se han ido trabajando junto al Ayuntamiento. ¿Y cómo se va a actuar, concretamente? – Los antirrumores reprobarán las actitudes de quienes disparen rumores sobre la inmigración para incidir en cómo deben plantearse las cosas, desde el ámbito emocional y con los valores que tiene la sociedad para eliminar esas actitudes. Luego hay que ser consecuente. ¿Hay mucho que trabajar? – Esto es una carrera de fondo. La situación actual de los inmigrantes la comparamos con la que vivían las mujeres hace 40 años. Entonces, ¿es un proyecto que continuará en el tiempo? – Sin duda. La idea es que se formen más personas para que lleven los antirrumores a otros espacios como, por ejemplo, las actividades de tiempo libre, lo scout… así podría trabajarse la iniciativa en esos entornos y lograríamos sensibilizar a más gente.
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