IBON ARESO Alcalde de Bilbao Se sabe en el final de su carrera política y poseedor del regalo amargo de sustituir a Iñaki Azkuna. Lo hace con el orgullo de quien ha dedicado su vida a la ciudad que gobierna y que quiere dejarla encarrilada hacia «el Bilbao del conocimiento»
«La obligación de un alcalde no es estigmatizar sino perseguir el fraude»
Reprueba al alcalde por «xenófobo» y pide con los magrebíes que la Justicia actúe
El Mundo, , 19-07-2014Pregunta.– Cuando escucha a los
alcaldes de Sestao y Vitoria referirse
a los inmigrantes en los términos en
los que lo han hecho, ¿qué opina?
Respuesta.– Los alcaldes debemos
ser muy cuidadosos de no estigmatizar
a los colectivos sociales
de nuestra ciudad, tenemos que
medir muy bien nuestras palabras.
Lo que tenemos que hacer es educar
a la gente. La sociedad no es excesivamente
tolerante en estas cosas,
ni solidaria. Por eso los responsables
políticos debemos transmitir
valores de solidaridad y tolerancia.
¿Eso quiere decir que no tengamos
que controlar situaciones de abuso?
No, pero esa solidaridad, necesaria,
se desprestigia si hay una percepción
o realidad de abusos y fraude.
Al fraude hay que perseguirlo objetivamente,
analizar cómo se produce
y cómo se combate pero no se
puede estigmatizar con carácter general
porque mi obligación es
transmitir valores.
P.– ¿En Bilbao existe mayor fraude
social en determinados colectivos,
como denuncia el alcalde de Vitoria?
R.– Fraude hay en todas las cosas,
yo no puedo poner la mano en el
fuego de que el fraude es cero. Tampoco
tengo conciencia de que ese
fraude sea notable. La mayor parte
de las ayudas que se dan están bien
dirigidas. Tenemos puestos mecanismos,
con ayudas e investigaciones,
para luchar contra el fraude. Pero no
puede deslegitimar algo absolutamente
necesario. No querría transmitir
la idea de que el fraude es una
constante, eso no es cierto.
P.– El alcalde de Sestao será llamado
a declarar para esclarecer si impidió
empadronamientos de inmigrantes.
¿Usted le habría mantenido en el
puesto después de lo que dijo?
R.– Creo que el alcalde de Sestao
es una persona muy sensibilizada
con los temas de derechos sociales
e igualdad. Unos exabruptos en un
momento coloquial, cuando posiblemente
tenía unas presiones y
unas quejas, puedo entenderlo,
aunque no se justifica. Además pidió
disculpas. No creo que sea justificativo
para cesarle.
P.– A menos de un año de las elecciones
vuelve a cuestionarse las ayudas
a la inmigración. ¿No le inquieta
que se pueda recurrir a estos discursos
como mera herramienta electoral
en busca de votos?
R.– Es cierto que es un discurso
que cala en la población, pero creo
que la obligación principal de un
alcalde no es estigmatizar de forma
genérica sino perseguir y analizar
el fraude. A la población que
necesita esas ayudas no la podemos
dejar desamparada. No es
bueno señalar colectivos.
P.– Qué la lista más votada sea la
que asuma la alcaldía, ¿es una buena
idea o mero oportunismo electoral
del PP?
R.– Esto no se puede plantear a
puertas de una campaña. Si se
quiere hacer una reflexión debería
ser pasadas las elecciones municipales.
El sistema actual no funciona
mal, no creo que hay una necesidad
de cambio. Que sea directamente
la lista más votada me
parece un procedimiento que no es
lo más democrático, otra cosa sería
una elección a dos vueltas u otros
modelos. Además, eso habría que
aplicarlo a todas las administraciones,
¿por qué eso sería bueno para
los ayuntamientos y no para el resto
de administraciones? Este no
puede ser un tema electoral.
P.– ¿Los periodos de los cargos
institucionales deberían limitarse?
R.– Yo llevo seis mandatos. No
creo que ese tipo de limitaciones
sean buenas. En un tiempo corto
un alcalde quiere cortar cintas y
hacer inauguraciones y además
no suele querer seguir el proyecto
de su antecesor. La planificación
requiere una cierta estabilidad.
Por eso me parece que debe ser la
propia sociedad la que debe renovar
los cargos o no y no de forma
automática.
P.– El 7 de octubre darán a conocer el candidato que propone la dirección
del PNV. Supongo que lo
han consultado con usted.
R.– No, he tenido conversaciones
pero el Bizkai (BBB) no ha tomado
ninguna decisión, no se ha
materializado aún. No hay un
nombre, hay varios nombres. Puedo
asegurar que ni la presidenta
del BBB ni el partido tiene cerrado
un nombre.
P.– ¿Hay que abrir un ciclo nuevo
en el Ayuntamiento de Bilbao,
tras la culminación de la etapa que
simbolizó Iñaki Azkuna y que usted
cierra?
R.– Las renovaciones de nuevos
equipos son buenas, pero tendrá
que haber un equilibrio entre gente
con experiencia y gente nueva,
la mezcla es buena. Que el alcalde
nuevo que venga represente un
nuevo tiempo respecto a la época
de Iñaki Azkuna y la mía, me parece
imprescindible. Otra cosa es si
tiene que haber un cambio de políticas
y prioridades, creo que no. La
prioridad creo que seguirá siendo
la economía y el empleo, lo social,
seguir siendo muy responsable con
los recursos públicos, administrar
con mano de hierro, no hacernos
gastones, etc.
P.– En el equipo hay varios cargos
que se vinculan con el periodo
Azkuna. ¿Le consta si, como usted,
abandonarán el Ayuntamiento?
R.– Habrá de todo. No lo hemos
hablado, algunos sí me han transmitido
que no lo tienen claro.
P.– Hagamos autocrítica. ¿Qué
debería corregir el PNV teniendo
en cuenta que ya no contará con el
tirón de Azkuna… y teniendo en
cuenta que Bildu crece?
R.– Nuestra aspiración es que,
pese al fallecimiento de Azkuna,
podamos mantener nuestros resultados.
En un Bilbao muy plural, es
complejo, pero si transmitimos a
nuestra parroquia y demás parroquias
esta forma de hacer. Si nos
enredamos con otras cuestiones
podemos perder los elementos que
nos identifican como un buen gobierno
municipal. Tenemos que poner
en valor aquello que nos ha caracterizado
y por lo que la gente
nos reconoce. Iñaki Azkuna tenia
ese carisma personal, los valores
Iñaki Azkuna son los valores que
queremos que sean los del Gobierno
municipal y la seña de identidad
de las elecciones, el elemento principal
de la galleta, la marca PNVGobierno
en el Ayuntamiento de
Bilbao, no será sectaria. Esos valores
de Iñaki Azkuna serán un valor
en las próximas elecciones.
P.– Dice que Bildu es un partido
muy ideologizado. Sea así o no, ¿le
inquieta el tirón que tiene y el impacto
en el PNV?
R.– No veo una subida radical o
inesperada. No es un tema de preocupación
para el PNV de Bilbao.
P.– ¿Cómo interpreta el fenómeno
de Podemos?, ¿le sorprende?
R.– No me sorprende. Es un toque
de atención sobre el descontento ciudadano,
ahí tiene un valor. Una cosa
es manifestar el descontento y otra
es gobernar.
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