Maroto ordena la ‘batalla electoral’

El alcalde da el ‘pistoletazo’ de salida, liderará los temas y elige a Bildu como su oponente

El Mundo, JOSEAN IZARRA / Vitoria, 21-07-2014

Javier Maroto Aránzabal (Vitoria,
1972) llegó el pasado viernes a las
8 en punto de la mañana al Ayuntamiento
de Vitoria con su Ipad, un
sandwich de pavo y una sonrisa.
Comenzaba una dura mañana de
debate y reproches políticos con la
oposición cargando contra él, reprobando
sus declaraciones sobre
el fraude en la concesión de ayudas
y exigiendo que pidiera perdón.
Al filo de las dos de la tarde,
Maroto, ya sólo con su Ipad, reconocía
que cerraba una de las peores
semanas de su vida. Decenas
de entrevistas, cientos de llamadas,
de whatsapps, de correos… El alcalde
de Vitoria, el máximo capital
político del PP vasco, había disparado
la pistola de la precampaña. A
sus tacos, preparados, listos, ya…
Apenas una hora después de la
entrada de Maroto en su Consistorio
para acudir a la reunión de su
equipo de Gobierno un experimentado
concejal de la oposición describía
al alcalde. «Es un profesional y
le da igual decir una cosa y al minuto
siguiente hacer la contraria. Un
camarero amigo me lo decía ayer:
“ya era hora de que un político como
Maroto hablara claro”», sostenía
el edil minutos antes de que en el
pleno toda la oposición municipal
se situara en contra del alcalde.
¿Buscó Maroto directamente provocar
una polémica que ha traspasado
la vida municipal vitoriana
hasta el punto de que todas las televisiones
nacionales persiguieran al
alcalde el pasado miércoles cuando
se encontraba grabando un programa
especial de Pasapalabra sobre
Vitoria? En su equipo aseguran que
no y eso que a su mano derecha, el
periodista Rafael Laza se le considera
el creador del perfil político de un
avispado licenciado de la Comercial
al que Alfonso Alonso fichó en 1999
como edil de Nuevas Tecnologías y
que en 2011, ya con Alonso en el
Congreso, arrebató a Patxi Lazcoz
(PSE) la preciada alcaldía de Vitoria
con 32.300 votos.
Maroto, primero el lunes en la
convención de su partido y después
el martes en una entrevista en la
Cadena Ser, advirtió de que el modelo
de ayudas sociales facilitaba
que determinados colectivos hicieran
de estas prestaciones su modus
vivendi. Su primer comentario –ante
los suyos y cargando más las tintas
en los perjudicados que en los
supuestos beneficiarios– arrancó el
aplauso de los presentes. 24 horas
después, Maroto volvió a la carga y
a preguntas de la entrevistadora señaló
directamente a argelinos y marroquíes
como los colectivos que en
un porcentaje más alto basan su
subsistencia en las subvenciones.
«Javier contaba con un informe
de Bienestar Social que acredita que
6 de cada 10 argelinos y marroquíes
viven de estas ayudas y esto no es
señalar a estas personas como defraudadores.
La estadística señala a
los magrebíes, no Maroto», insisten
en su entorno donde se aprecia una
contenida satisfacción por la reacción
de los ciudadanos más próximos
al alcalde pero también se trabaja
para desarrollar un mensaje
abierto de un alcalde que es la gran
esperanza no sólo del PP alavés sino
también del conjunto del partido
presidido por Arantza Quiroga.
«Cumplimos lo que prometimos»,
insisten en las dos instituciones alavesas
aunque, de momento, con un
dispar protagonismo entre los dos
Javieres, como se refieren internamente
a Javier Maroto y Javier De
Andrés. Una notable diferencia que,
de hecho, le fue trasladada a Iñaki
Oyarzábal –coordinador electoral
del PP y el encargado del reto de
una nueva victoria en las elecciones
locales de 2015– durante la presentación
de una página web de participación
ciudadana denominada
www.multiplicavitoria.com que forma
parte de una estrategia a largo
plazo para consolidar a Maroto en
una segunda legislatura en la alcaldía
de la capital de Euskadi.
«Pondremos en marcha iniciativas
concretas en torno a De Andrés
y su excelente trabajo en la Diputación
porque presentamos un pack
con los dos, sus perfiles políticos son
complementarios y De Andrés ha logrado
heredar y actualizar el mensaje
foralista con el que Ramón Rabanera
sintonizó con muchísimos alaveses
», señala Oyarzábal ahora
volcado en el trabajo interno y con
muy poca presencia pública después
de que fuera sustituido por Nerea
Llanos en el tenso congreso del PP
vasco que ratificó a Arantza Quiroga
en la presidencia.
Maroto y De Andrés no sólo tirarán
de vitorianismo y alavesismo sino
que ya han buscado y encontrado
los primeros puntos de apoyo de
su acercamiento a sus electores tradicionales
con polémicas como las
de la inmigración –Maroto resolvió
de un plumazo las dudas generadas
sobre el baño de mujeres musulmanas
en piscinas municipales–, con la
inminente colocación de una enorme
bandera de Vitoria como la situada
frente al Ayuntamiento de Bilbao,
la eterna polémica sobre Garoña
que propició la voltereta en las
filas de su partido en Euskadi o la
‘bronca’ montada contra Montoro
por su propuesta de reparto de la
multa de las vacaciones fiscales.
«Maroto es el tío que defiende Vitoria», defienden en su equipo y la
simplicidad de la frase adelanta la
participación del alcalde en nuevas
polémicas como la que ya ha apuntado
sobre la decisión del Departamento
de Medio Ambiente del Gobierno
vasco de congelar la extensión
del tranvía en la zona este de la
ciudad. Una inversión de casi 60 millones
de euros que fue ratificada
por el Gobierno vasco de López y
que Maroto no sólo reclama sino
que porta en su Ipad el apretón de
manos con el viceconsejero Ernesto
Gasco que documenta un «sí» ahora
mutado en «ya veremos». El alcalde
arrancará el próximo curso en el
Parlamento –otro acierto en la estrategia
del PP alavés, que en 2012 hizo
de la necesidad virtud colocando
a su mejor rostro en dos instituciones–
culpando al lehendakari Iñigo
Urkullu de incumplir compromisos
pactados y perjudicar por ello a miles
de vitorianos. Todo apunta a que
Urkullu tendrá que aguantar contraatacando
con las inversiones, casi
todas las que están en marcha, que
prácticamente en su totalidad ha pagado
el Ejecutivo mientras la consejera
Ana Oregi gana tiempo con un
plan de movilidad.
Maroto ya tiene marcado en rojo
en su calendario la programación de
inauguraciones que pondrán negro
sobre blanco el «nosotros cumplimos
» que puede constituirse en su
trampolín electoral. La estación de
autobuses en Lakua, el final de la reforma
de la avenida de Gasteiz, la remodelación
del palacio Europa convertido
en referente de la Vitoria
Green, los centros cívicos de Salburua
y el que se licitará para Zabalgana
esperan a Maroto al que no sólo
miman sus compañeros presididos
por Alfonso Alonso sino que es uno
de los dirigentes que mejor sintoniza
con Arantza Quiroga. Juntos han
analizado estos días el posicionamiento
del PP sobre una cuestión
que atemoriza a algunos dirigentes.
Maroto es uno de los políticos de
confianza de Quiroga que valora no
sólo su potencial sino el que ante el
descalabro de pérdida de votos en
España y en Euskadi en las europeas
de mayo, el PP en Vitoria
aguantó el tipo y por 72 votos derrotó
a Bildu. Un resultado que anticipa
la gran batalla electoral en la capital
de Euskadi. Maroto ya ha comenza

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