La investigación de la presunta compra de un hígado para Hatem Akouche, un empresario libanés con un importante patrimonio, continúa en el juzgado de Instrucción número 3 de Valencia. La última diligencia, que se produjo recientemente, consistió en la declaración del prestigioso cirujano catalán que operó al paciente.

El profesional, el mismo que intervino al exjugador del Barcelona Eric Abidal, manifestó que la operación era inevitable para salvar su vida. El médico, que reside en la Ciudad Condal, prestó su declaración por videoconferencia. De esta manera, la defensa de Akouche quiere demostrar que, desde el principio del caso, sólo existía un donante: el propio hijo del empresario.

No piensa lo mismo la Fiscalía y la Organización Nacional de Transplantes, que también se ha personado en la causa. La policía mantiene que, antes de que esa operación se materializara, un grupo de familiares estuvo tratando de encontrar un donante a cambio de una importante cantidad de dinero.

Pruebas a donantes

La investigación determinó que el alcalde libanés estaba dispuesto a pagar 40.000 euros por parte de un órgano. Nueve personas, todos ellos inmigrantes , se sometieron a diferentes pruebas – pagadas a través de empresas de los imputados – en una clínica privada de Valencia. Los abogados de Akouche sostienen, en cambio, que esos análisis únicamente pretendían averiguar si la sangre era compatible con la del paciente para tener reservas durante la operación.

El trasplantado sigue residiendo en Valencia desde hace meses. No puede regresar a su país. Tras su declaración y como medida cautelar, el juez acordó la retirada del pasaporte para evitar que pudiera eludir la acción de la Justicia. Fue detenido al volver a España para someterse a una revisión tras su trasplante hepático.