gasteiz – Como en el salón de Plenos de un Ayuntamiento se usa tanto la palabra que a veces se pierde la medida de las cosas, ayer los tres grupos de la oposición municipal y los integrantes de las asociaciones SOS Racismo y Ongi Etorri decidieron apelar a los gestos y las imágenes para rechazar los comentarios del alcalde vitoriano, Javier Maroto, en los que acusaba a los colectivos marroquí y argelino de venir a Gasteiz a vivir de las ayudas sociales.

Le dieron la espalda. Mientras concejales de PNV, EH Bildu y PSE leían la moción aprobada ayer, tanto ellos como el resto de miembros de la Corporación (salvo, lógicamente, los del PP) y el público asistente al Pleno mostraban su rechazo a las palabras del alcalde con un ademán que Maroto soportó con semblante serio.

Sin embargo, también hubo lugar para las palabras. “Sus declaraciones estaban totalmente calculadas”, señaló la edil del PNV Nerea Melgosa, quien advirtió a Maroto de que este tipo de discursos “fomentan la desconfianza, los muros mentales y las barreras entre diferentes”, informa Efe. Por su parte, la concejala de EH Bildu Ane Aristi acusó al primer edil gasteiztarra de crear una “polémica ficticia” en función de un “cálculo electoral”. “Usted está de precampaña, intentando afianzar el voto racista y xenófobo”, denunció la edil abertzale.

El socialista Peio López de Munain, por su parte, señaló que las palabras de Maroto coinciden con su programa electoral y revelan su “posición ideológica”, pese a lo cual no dejan de ser “opiniones de barra de bar” que no avalan los datos. En ese sentido hay que apuntar que las estadísticas aireadas por Maroto y el diputado general, Javier de Andrés, a raíz de esta polémica, hablan de la nacionalidad de los solicitantes de la RGI, y no de fraude, que es de lo que acusa Maroto a todos los magrebíes.

La moción – registrada antes de que el alcalde iniciara la polémica – establece el compromiso del gobierno y los grupos políticos de promover la inserción de los inmigrantes “facilitando su inclusión independientemente de su lugar de nacimiento”. La iniciativa incluye un anexo en el que cada edil puede suscribir ese compromiso de forma personal.

Desde el PP fue la concejala de Asuntos Sociales, Ainhoa Domaica, la encargada de defender al alcalde. La edil apeló a que el 65% de los ciudadanos vascos cree que los inmigrantes se benefician en exceso de las ayudas sociales, mientras que un 60% considera que la RGI les invita a no buscar trabajo. Domaica afirmó que el PNV, mientras critica las palabras de Javier Maroto, “ha estado callado y no ha tomado medidas” cuando el alcalde nacionalista de Sestao, Josu Bergara, dijo que iba a echar “a la mierda” del pueblo “a hostias”, en alusión a los inmigrantes extranjeros.

Maroto rechazó intervenir en el debate y no recogió el guante lanzado por el portavoz del PSE, Patxi Lazcoz, quien le pidió que retirara sus palabras. Las reacciones a los comentarios xenófobos de Maroto surgieron ayer más allá del salón de Plenos gasteiztarra. El portavoz de UPyD en el Parlamento Vasco, Gorka Maneiro, aseguró que las palabras de Maroto “no tienen otro propósito que tratar de lograr cuatro votos”, porque “si de verdad tuviera voluntad de mejorar el sistema vasco de protección social, propondría medidas concretas para lograrlo”.