Las Fuerzas Auxiliares marroquíes han evitado la entrada a Melilla a la carrera de un grupo de 120 inmigrantes subsaharianos. El salto se producía a las 06:55 horas a la altura del cauce del arroyo Mezquita, justo a medio camino entre el paso fronterizo de Barrio Chino y el aeropuerto de la ciudad autónoma.

Después de otra noche tensa en la que el helicóptero de la Guardia Civil tuvo que salir para prevenir acercamientos de algunos grupos de subsaharianos que se movían por las laderas del monte Gurugú, finalmente un grupo de más de más de un centenar lograba llegar al vallado fronterizo que separa la provincia marroquí de Nador de la ciudad española de Melilla.

Los inmigrantes, sabedores de la eficacia de la malla antitrepa, portaban consigo ganchos y garfios recubiertos de trapo para intentar escalar el triple vallado de seis metros de altura. El grupo de subsaharianos ha llegado incluso a lanzar un ‘kagi’ artesanal, una soga con un gancho en el extremo para engancharlo en lo alto de la alambrada e intentar escalar por la cuerda.

La rapidez en la coordinación de las fuerzas marroquíes y españolas ha impedido que ningún inmigrante lograse acceder a suelo español. Los inmigrantes han sido dispuestos en el suelo por las fuerzas magrebíes durante más de una hora y media, hasta que poco a poco han ido llegando al lugar del salto tres autobuses fletados por la Gendarmería Real marroquí que, según fuentes nadorenses, trasladaran, después de ser identificados,a los inmigrantes hasta la frontera con Argelia.

Desde que hace dos semanas comenzara el mes sagrado del Ramadán, todos los días se han producido acercamientos e intentos de salto al vallado fronterizo melillense. A pesar de las continuas redadas que las fuerzas magrebíes realizan en los asentamientos del monte Gurugú, las autoridades del país vecino creen que en los distintos campamentos clandestinos repartidos por la provincia de Nador puede haber más de 2.000 inmigrantes de origen subsahariano esperando su oportunidad para intentar acceder a suelo europeo.