Antoni Llorente i Ferreres investigador y autor de un informe sobre discriminación policial

“Las identificaciones discriminatorias tienen una alta tasa de ineficacia”

Antoni Llorente es técnico de gestión de investigación en el Institut de Drets Humans de la Universitat de València y ha colaborado en un informe sobre discriminación policial

Diario de Noticias, Iván Pastor, 30-06-2014

pamplona – El informe elaborado por Llorente e investigadores del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València y de la Universidad de Oxford, señala la discriminación por etnia y nacionalidad en las identificaciones policiales, como por ejemplo “que las personas pertenecientes a la minoría étnica gitana tienen diez veces más posibilidades de ser paradas que la personas de apariencia caucásica”. Este documento, que presentó el pasado martes en el Parlamento de Navarra, analiza los resultados de una encuesta realizada en abril de 2013 por la empresa Metroscopia. Se trata del primer sondeo estatal en el que se comparan experiencias policiales entre la población mayoritaria caucásica y las distintas minorías étnicas y raciales existentes en España.

¿Qué conclusiones ha obtenido con la realización de este estudio?

- El estudio hace referencia a la desproporción en el numero de paradas que se realizan en la calle, ya que por ejemplo el estudio que se hizo de las personas que van en coche no detectó ningún cambio. Por paradas nos referimos a identificaciones arbitrarias que se realizan en la calle.

¿Existen datos relevantes que refuercen esa conclusión?

- Por supuesto. Por ejemplo, dependiendo de la nacionalidad alguien que no sea español tiene tres veces más posibilidades de ser parado. Las personas de etnia gitana afirmaron ser identificadas en una proporción diez veces mayor que la población mayoritaria en España, los colectivos magrebíes afirmaron ser parados entre siete y ocho veces más y los afroamericanos entre seis y siete. En el ámbito religioso los musulmanes son parados con más frecuencia que los cristianos.

¿Cuales son las causas de este incremento?

- Pues eso es algo que en el estudio no investigamos pero sería interesante ver preguntando a los propios policías. Lo que si comentamos en el estudio es el efecto de los estereotipos. Hay una serie de ellos que son negativos y se asocian a ciertos perfiles étnicos, y lo malo de los estereotipos es que no tienen ninguna razón lógica, sino que son aleatorios.

¿En qué se diferencia la situación de España con la de otros países?

- En España se realizan muchas más paradas. Por ejemplo, en 2012, se habla de ocho millones de paradas anuales, y en Reino Unido, que tiene una población mayor se realizan dos millones de identificaciones anuales, por lo que la proporción es mucho más elevada. Por otro lado, otra cuestión importante que vemos es lo complicado que es el acceso a la información en España y los pocos estudios que se realizan al respecto comparado con otros países como Francia o Reino Unido.

Sin embargo, si nos referimos a la discriminación, ¿se da también en otros países?

- Sí, observamos que el problema de la discriminación policial a la hora de realizar paradas por perfil étnico existe a nivel europeo. Sin embargo hay que tener en cuenta que las migraciones que tenemos en cada país son distintas. En España vemos que es más palpable el efecto amortiguador de la opinión de los inmigrantes.

¿A qué se refiere con el ‘efecto amortiguador’?

- Este efecto hace referencia a que hay diferencias en la opinión que tienen las personas inmigrantes respecto a las que son inmigrantes pero que ya son nacidos en el país, ya que estos son más susceptibles al trato recibido. En general son más sensibles las personas de la población mayoritaria en España en cuanto al trato recibido que las poblaciones inmigrantes, ya que estas relacionan el trato recibido por la Policía con la de sus países de origen, y como el trato de la Policía española sigue siendo mejor, se beneficia de ese colchón. Esa comparación que establecen las personas inmigrantes, se perderá en la segunda generación, ya que una persona se siente más fuerte para reivindicar sus derechos por estar en su país.

¿Realmente son efectivas estas paradas discriminatorias?

- Para nada, este tipo de paradas tienen una alta inefectividad, y aunque legalmente se deben hacer en el c aso de que haya un indicio de alguna actividad irregular, las redadas hechas a la población mayoritaria y a otros grupos son ineficaces casi por igual, en un 90% de los casos. Esta conclusión es muy interesante para convencer a los poderes públicos, ya que si la reivindicación no entra por el lado de los Derechos Humanos, al menos que entre por el lado de la eficiencia, porque se dedican muchos esfuerzos públicos en algo que no tiene un resultado eficaz, es decir, no se detectan más delitos.

¿Estos comportamientos vienen marcados desde arriba?

- Desde distintas ONG y otras organizaciones se han denunciado actuaciones que pedirían ciertos cupos de paradas, pero esto no tiene un amparo oficial. Lo que sí destacamos en el informe es que hubo una circular de la dirección general hacia la Policía Nacional en la que se prohibía hacer este tipo de actividad como mecanismo de control de la inmigración irregular, por lo que en cierto modo la existencia de esta circular viene a confirmar que se estaban realizando estas acciones.

¿Qué soluciones se podrían aplicar para evitar el problema?

- Hay varias reivindicaciones en ese sentido. Una de ellas es que se utilice una ficha cada vez que se realiza una parada en la que el policía tenga que rellenar sus datos y proporcione una copia a la persona identificada. Esto generaría que esa persona podría demostrar al cabo del tiempo las veces que le han identificado, por lo que serviría para que la Policía reflexione sobre la utilidad de esas paradas de una forma muy sencilla. Otra de las propuestas son mecanismos de queja independientes que no impliquen tener que realizar una denuncia debido a la burocracia a que conlleva. Desde Reino Unido hay ejemplos interesantes, como las reuniones que hace la Policía con líderes de las comunidades religiosas para explicarles los resultados de su actividad, incluso les llevan a patrullar con ellos para que vean como realizan su tarea.

Entonces, ¿por qué no se aplican estos mecanismos?

- A pesar de que estos mecanismos existen, falta voluntad política para aplicarlos. Vemos proyectos interesantes que se han realizado en el ámbito local y que tienen resultados positivos, pero luego no hay esa decisión política que extiende ese proyecto a un ámbito más amplio.

¿Cuál es su opinión sobre los CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros)?

- La problemática que vemos es que hay muchas dificultades para acceder y ver la situación de las personas que se encuentran reclusas. Estos centros de internamiento son una autentica zona donde no se respetan los derechos humanos. Los CIEs no deberían existir como tal, las campañas que se llevan a cabo por SOS Racismo piden la eliminación de esos espacios, ya que la gente es llevada allí solamente porque se encuentra en situación irregular sin haber cometido ningún delito.

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