Los guardias de los centros de detención de inmigración de Libia han practicado torturas y abusos a los inmigrantes , según la investigación de Human Rights Watch (HRW).

La oenegé ha entrevistado a 138 detenidos, de estos, casi 100 han denunciado torturas severas como latigazos, palizas y descargas eléctricas. Además, ocho de los nueve centros que visitó Human Rights Watch presenta condiciones sanitarias precarias y falta de acceso a la atención médica.

La Unión Europea, pero también Italia, apoyan estos centros y han contribuido en la rehabilitación de alguno de ellos. Además, la UE ha financiado onenegés internacionales y libias que prestan asistencia allí. La UE destinará al menos 12 millones de euros a estos centros en los próximos cuatro años, según HRW.

La oenegé dedicada a los derechos humanos recomienda a las autoridades europeas que cese la asistencia a estas instalaciones hasta que el Ministerio del Interior de Libia acceda a investigar los abusos. Asimismo, HRW cree necesario que la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) verifique el fin de las torturas antes de que la UE vuelva a intervenir.

Una de las principales rutas de inmigrantes se inicia en el Cuerno de África y pasa por Libia, para desde allí llegar a Italia en barco. Esta ruta protagonizó la peor tragedia relacionada con la inmigración clandestina en los últimos años, la tragedia de Lampedusa. Más de 300 inmigrantes murieron en el naufragio de la barcaza cuando se dirigian a Europa.