Cáritas de Vitoria detecta que la pobreza afecta más a las mujeres y a los inmigrantes
La entidad atendió a 5.107 personas en Álava el último año, a las que ofreció 25.607 respuestas, prueba de que «los problemas se han cronificado»
Diario Vasco, , 20-06-2014La pobreza afecta cada vez más a las mujeres. Ésa es una de las conclusiones a las que ha llegado Cáritas Diocesanas de Vitoria, que ayer presentó su memoria de actuaciones de 2013. «Se ha detectado una feminización de la pobreza», afirmó Ramón Ibeas, secretario general de la organización católica. El perfil del usuario de sus servicios en Álava refleja que el 58,46% de las personas asistidas son mujeres.
Acogida y atención primaria. 5.107 personas que obtuvieron 25.607 respuestas; de las que 1.643 fueron económicas.
Perfil del usuario. Mujeres, en el 58,46% de los casos; la edad oscila entre los 31 y los 50 años (55,4%); están en situación de desempleo (60%) y tienen responsabilidades familiares (47,1%).
Formación y talleres. 583 personas participaron en las 34 actividades de formación y 148 asistieron a los talleres ocupacionales.
Voluntarios y socios. 835 voluntarios, 1.615 socios (43 nuevos en 2013) y 1.063 donantes. Además, tiene 38 trabajadores.
Las cuentas. El ejercicio 2013 se cerró con un superávit de 16.900 euros, que se emplearán el siguiente año. Los gastos fueron 2.518.600 euros y los ingresos de 2.501.799.
Ese colectivo no tiene pareja pero sí niños a su cargo, lo que les provoca un problema de «indisponibilidad de tiempo para trabajar porque no tienen dónde dejar a sus hijos», añadió Ibeas. También se enfrenta a situaciones adversas generadas por el impago de las pensiones por parte de sus exparejas. Su acceso al mercado laboral se produce, generalmente, en el ámbito del servicio doméstico. De hecho, de las 1.304 demandas recibidas en el servicio Lan Bila de Cáritas, se cubrieron 226.
«El perfil femenino se ha problematizado de manera acuciante», reiteró el secretario de la entidad, que también ha detectado una evolución «paulatina» a una mayor presencia de usuarios nacionales, aunque se mantiene todavía en un 60% el número de extranjeros que buscan la ayuda de esta institución frente «al 40% de autóctonos». En el resto de las Cáritas parroquiales de España, salvo en Navarra, «es al revés, y el 60% ya son autóctonos».
A lo largo del año pasado fueron 5.107 las personas que se acercaron hasta la entidad en busca de atención. Unas lo hacen a título particular y otras como representante de sus familias. En la mayor parte de los casos, acuden en más de una ocasión. Así, las respuestas se multiplican hasta las 25.607, de las que sólo 1.643 fueron de carácter económico. Esto demuestra «la cronificación del problema». Tanto es así que hay personas que llevan cinco años acudiendo a Cáritas.
Aunque las cifras de las personas que necesitaron recurrir al organismo en 2013 fueron más altas que un año antes – en el conjunto de Euskadi pasaron de 40.000 a 46.000 – , ya no se da «el crecimiento bestial» que se produjo de 2008 a 2010, con subidas por encima del 200%.
«El problema sustancial al que se enfrenta la gente es la vivienda», lo que a su vez genera otras dificultades. Las familias que se han empobrecido «intentan no perder su lugar de residencia y para ello sacrifican otras cosas», explicó Ibeas. Por este motivo, muchas familias han llegado a vivir unas situaciones de precariedad y vulnerabilidad muy grandes.
En los últimos años, debido a la crisis, se ha producido, además, un empobrecimiento de las clases medias. «Las rentas medias de 2013 son del nivel de las de 2003», indicó Santos Gil, director de la organización católica en la capital alavesa. Según sus datos, los grupos que perciben una renta baja han pasado del 32% al comienzo de la crisis al 40%, y los que tienen una renta media, del 60% al 52%. El único que apenas varía es el de los ricos, que retrocede un punto.
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