Etxabakoitz, un barrio en guardia

El TAV no llega y, mientras tanto, los vecinos piden al Ayuntamiento un plan de revitalización del barrio que no se vincule a un PSIS de 8.000 viviendas

Diario de Noticias, Ana Ibarra, 15-06-2014

“Hay una situación de desventaja que se ha agravado con el PSIS

pamplona – Lo que en principio se definió como un proyecto urbanístico que – sin pretenderlo – podía relanzar Etxabakoitz al amparo de la nueva estación ferroviaria, sacándole así de su ostracismo y apartheid social, se ha convertido en realidad en una remora, en una suerte de condena que frena su desarrollo urbano y social. Los vecinos denuncian la situación de “desventaja y abandono” que sufren en los últimos años y que se ha agravado con la nueva ordenación. “El PSIS de Etxabakoitz se ha planteado como una solución pero no lo creemos”, abundan Xabier Barrena y Juan José Barrena, María José de la Cruz, Jesús Etxari, Joseba Gines y Daniel Dos Santos, de la Plataforma Vecinal de Etxabakoitz.


El Consistorio pamplonés ya ha anunciado que el proyecto de reparcelación del nuevo macroproyecto – la asignación de las parcelas que corresponden a cada propietario – estará listo en un plazo de dos años. Así, la primera fase consta de 1.600 nuevas viviendas en el entorno de Barañáin. De este modo, el PSIS prevé la desaparición de 160 viviendas las cuales pueden llevar a cabo diferentes actuaciones de mantenimiento pero no de reforma.


Las viviendas correspondientes a los números 17 y 24 de la Avenida de Aróstegui son las más deterioradas y, con ellas, un total de 17 familias son las más afectadas por la actuación urbanística tanto propietarias como arrendatarias.


Xabier Barrena, uno de los ocupantes afectados por el PSIS, habla de la inquietud que supone programar desarrollos a plazos muy largos. Y no conocer el plazo de los derribos previstos. Hay vecinos que necesitan ya salir de su vivienda y ser realojados en viviendas municipales por lo que piden que esta solución se contemple entre las propuestas por el Ayuntamiento, lo que también comparte el grupo socialista en el Ayuntamiento de Pamplona. “Además, ofrecen pagar a precio de mercado las viviendas pero este planteamiento no interesa teniendo en cuenta que lo harán en el momento de la reparcelación – se habla de dos años – pero el valor será muy inferior al coste que suponga acceder a otra porque, además, las obras de urbanización puede que no comiencen hasta dentro de diez o doce años”, explica.


Los vecinos creen que la remodelación del barrio no exigía necesariamente una operación “especulativa” de este calado que se concibió en el 2006 en el contexto de la burbuja inmobiliaria. Bastaba, indican, con acciones de transformación urbana como la salida de Inquinasa, la adecuación del entorno y un crecimiento más ordenado basado en las necesidades del barrio y de la propia ciudad. “Por ejemplo, era necesario sacar la fábrica de Argal porque es una nave abandonada que está pegada al portal 24 de la Avenida de Aróstegui y supone un foco de contaminación. No obstante, el barrio sigue rodeado de empresas como Inquinasa, Asmovil, la serrería o Sander. El eje de la carretera de Estella y su proximidad a la estación fue apeadero a principios del siglo XX de industrias agrícolas. Hay otros edificios ruinosos como el antiguo colegio Sagrado Corazón o la ikastola Jaso que al menos ahora va a ser ocupada por colectivos culturales”.


Por otro lado, el barrio tiene un índice importante de inmigración, que supera el 20%. “En realidad siempre ha sido un barrio de inmigrantes. En los años sesenta – setenta vino gente de fuera y de otras zonas de Navarra porque eran las casas más baratas de la ciudad”, abundan. Sin embargo, defienden que “Etxabakoitz ha funcionado siempre como un pueblo, lo que ha faltado es unificar y articular espacios diseminados, por ejemplo el paseo del río a través de una pasarela”, explican. Por otro lado, reconocen que Etxabakoitz Norte se encuentro inmerso en la trama urbana de Barañáin del que depende en materia de servicios.


dotaciones Las carencias dotacionales también son “sangrantes”. Han pasado más de 50 años desde que se construyó el Grupo Urdanoz y por primera vez se va a contar con una pista polideportiva pública, siendo una de las demandas principales de los colectivos. “Contamos con un ascensor por las movilizaciones que tuvimos o la pasarela en el parque fluvial con Landaben”, explican.


Por otro lado, reivindican la ampliación del centro de salud y admiten que el departamento de Salud se interesó por bajeras colindantes pero sin concretar en nada. Tampoco hay locales públicos y los vecinos se reúnen en una de las salas de la biblioteca donde, por cierto, no se han barreras arquitectónicas si bien recientemente el Ayuntamiento aprobó la instalación de un ascensor. Otra vieja demanda es el mantenimiento de las “campas” que rodean el barrio, campos de cereal que se encuentran bajo la servidumbre del perímetro de seguridad de Inquinasa pero que podrían ser aprovechadas como espacios de ocio si se adecentasen.


Otra demanda es mejorar la imagen del colegio Nicasio Landa como también se reclama a Educación una mayor implicación para poner solución a su “guetización y despoblamiento”. Por otra parte, denuncian la situación del colegio público que viene aparejado a la falta de alumnado, ya que cuenta con apenas 70 menores, oferta Infantil y Primaria, y en el modelo G, por lo que se ha convertido en un gueto de minorías étnicas e inmigrantes agravado por la “falta de intervenciones para mejorar la convivencia”.

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