La avalancha de los niños emigrantes
Casi 50.000 menores cruzaron solos y sin visado la frontera de EE.UU.
La Voz de Galicia, , 15-06-2014«Crisis humanitaria». Así ha definido Barack Obama la situación. Y es que, aunque siempre ha habido menores solos que cruzaban sin visado la frontera entre México y Estados Unidos, su número ha crecido exponencialmente los últimos meses. Según los datos más recientes, desde octubre pasado el número de menores solos que cruzan la frontera ha crecido un 92% con respecto al año anterior. En los cinco primeros meses de este ejercicio fueron 47.000 y se espera que al final de año la cifra superará fácilmente los 70.000.
Funcionarios de Texas, que es el estado fronterizo por el que se producen la mayoría de las entradas, han explicado que cada noche cruzan el Río Grande sin compañía unos 400 menores. La avalancha ha desbordado los servicios de asistencia de la Patrulla Fronteriza y han comenzado a aparecer denuncias que dicen que los niños detenidos en la frontera no reciben ni la alimentación ni los cuidados médicos adecuados.
La inmensa mayoría de estos menores son centroamericanos, principalmente de Honduras, Salvador y Guatemala. La ley estadounidense no permite deportar inmediatamente a ningún inmigrante que no sea canadiense o mexicano, tampoco si son menores. En este caso, las autoridades fronterizas cuentan con un plazo de 72 horas tras las cuales deben transferir al menor a los servicios sociales. Estos se encargan de buscar familiares o tutores que se hagan cargo de ellos mientras un tribunal estudia el proceso de deportación. Lo que ocurre en la mayoría de los casos es que esos menores no se presentan ante las autoridades migratorias y pasan a engrosar las filas de los inmigrantes sin visado que viven en EE.UU.
En estos últimos meses, los refugios de las fronteras, sobre todo en Texas, se han quedado pequeños para albergar a los menores durante esas 72 horas. Las autoridades han comenzado a trasladarlos en autobús a otros estados como Arizona y Oklahoma. Varias oenegés han denunciado que algunos de los menores permanecen en centros de detención de adultos, lo que está prohibido por la ley estadounidense.
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, anunció el viernes que, tras esas denuncias, se ha iniciado una investigación sobre el trato que se da a los menores. El portavoz de uno de los refugios, Eric Cázares, explicó que habían recibido a niños de entre «17 y 3 años de edad».
La situación ha llegado a tal extremo que no solo Obama alertó sobre la crisis que supone, sino que el departamento que se ocupa de la inmigración está preparando una campaña de información que lanzarán en los países de origen de los niños. Según se ha filtrado, la campaña alerta del peligro de «dejar a los niños solos en manos de los coyotes», nombre con el que se conoce en EE.UU. y Centroamérica a aquellos que se dedican al tráfico de personas en la frontera mexicano – estadounidense.
La campaña se esfuerza en difundir la idea de que, aunque en algún momento se apruebe en EE.UU. una reforma migratoria, las personas que entran ahora sin visado y que son detenidas por ese motivo no podrán optar nunca a la nacionalidad.
Los servicios de asistencia están desbordados
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