La lucha entre el movimiento ultraconservador Tea Party y el aparato del Partido Republicano ha dado un giro totalmente inesperado. El martes celebraron primarias en varios estados, entre ellos Virginia. Allí competía el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de EE.UU., Eric Cantor, contra un profesor desconocido apoyado por el Tea Party. Nadie había sospechado siquiera la posibilidad de su derrota, pero sucedió. Cantor perdió por el 44 % de los votos frente al 56 % que recibió Dave Brat, exseminarista y profesor de Economía. El derrotado anunció ayer que dimitirá en julio de su cargo en la Cámara baja.

Eric Cantor es uno de los republicanos más conocidos en todo el país, lugarteniente del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y hasta ayer su delfín. Todo esto hace comprensible el estado de caos, sorpresa y casi catatonia que la inédita derrota ha provocado entre los republicanos.

Para empezar, la desaparición de Cantor de la escena política abrió ayer la carrera por convertirse en el próximo presidente de la Cámara de Representantes si los republicanos, como todo hace prever, vuelven a obtener mayoría en las elecciones legislativas de noviembre.

Reforma migratoria

Además le da el tiro de gracia a la aprobación de la reforma migratoria antes de los comicios. Y es que la campaña de Brat se ha basado en acusar a Eric Cantor de ser demasiado blando con la inmigración. Pero, sobre todo, va a provocar un terremoto entre los candidatos conservadores, además de nuevos bandazos ideológicos dentro del partido. Uno de los colaboradores de Cantor, Ron Bonjean, decía: «Esta sorprendente noticia puede ser el primer disparo de una guerra sin cuartel entre el aparato del partido y el Tea Party».

Los candidatos republicanos que deben superar primarias este año no van a olvidar qué es lo que ha llevado a Eric Cantor a la derrota. Cantor había ascendido fulgurante y paradójicamente bajo el paraguas del Tea Party. Ya lo recordaba ayer la líder de la minoría demócrata de la Cámara baja, Nancy Pelosi: «Derrotado Eric Cantor, uno de los republicanos más extremistas de la Cámara». Durante mucho tiempo se consideró a Cantor como uno más de los miembros del Tea Party, aunque poco a poco suavizó sus posturas y se convirtió en el interlocutor entre el aparato moderado del partido y los extremistas. Y, por último, defendió posiciones más centristas de apoyo a Boehner en la negociación con Barack Obama para reabrir el Gobierno y en la discusión sobre la reforma migratoria.

Tras el cierre del Gobierno, con la popularidad de los republicanos en mínimos históricos, el aparato del partido volvió a tomar las riendas de la organización y comenzó un período de menor tensión entre moderados y extremistas. Pero ahora, tras la victoria de Dave Brat, esa tensión ha renacido en todo su esplendor. Lo explicaba ayer otro de los republicanos más populares, el legislador Peter King: «No sé hacia dónde vamos ahora como partido. Estoy muy preocupado de que nos dirijamos hacia la extrema derecha».