Paseo por el Mercado de las Culturas con música, gastronomía y artesanía
La fiesta contó con la participación de numerosos vecinos, que cada vez siguen con más interés este evento
Diario Vasco, , 10-06-2014La mesa para la convivencia en la que toman parte un buen número de vecinos de distintas nacionalidades, viene trabajando con paso firme abrigados por el Ayuntamiento de Urretxu.
La fiesta anual tuvo lugar el pasado sábado y concitó un interés aún mayor que el del año pasado. No solo por parte de los implicados, sino por parte de un público, este año muy numeroso que acudió a disfrutar de una jornada de convivencia intercultural.
Es sabido que la música traspasa fronteras y la gastronomía también. Dos elementos claves para el éxito de la segunda edición del Mercado de las Culturas, de aquellas que habitan entre nosotros en el día a día y que son ahora un poco menos desconocidas.
Los participantes
En la ronda por distintos puntos del mercado se pudo vez a miembros del pueblo saharaui. Como símbolo, una haima para un pueblo expulsado de su derecho a serlo y a vivir en sus tierras. Presentaron couscous y dátiles con queso y nueces. Sidi, junto con otras 10 personas opinaron que la experiencia es importante para la integración de los extranjeros que viven aquí.
Mirna, de Nicaragua, estuvo apoyada por Pili y Andoni, de Ilargi Beltza. Ella es la primera vez que participa y le ha gustado tanto que ya se ha apuntado para la próxima edición.
Sobre su mesa se pudo degustar tortilla de maíz con carne asada, talo y de postre plátano con dulce amador. «El talo – afirmaba – al no ser con txistorra, a algunos no les ha terminado de convencer, pero ha ido muy bien porque nos hemos quedado sin nada».
Tras la mesa de Brasil estaba Eduardo, en el momento en que llegamos, y preparaba una atractiva caipirinha con hielo picado. También se apuntan a las movidas que se presenten en el futuro.
Abdula, con Berdin Da agradeció a los organizadores la invitación a participar. Ofrecieron catxiporrita y material básico para el aprendizaje del euskera por parte de los extranjeros.
Eneritz y Ross, junto con acogidos en el centro Urgazti de Urretxu, se mostraban encantadas porque les había ido muy bien. «Hemos arrasado con el tajín, además ha venido gente de otros centros de recursos de menores y los hemos pasado muy bien».
Por Marruecos, ocho mujeres que con toda la ilusión se habían reunido en una casa para elaborar los productos típicos de sus lugares de procedencia. Pintura con henna y una buena infusión de te con hierba buena, completaron la oferta. Pintxos morunos, dulces, couscous… Una oferta excelente que no dio el resultado esperado en las ventas, pero siguen animadas a colaborar.
La boliviana Lilibet ofreció empanada de carne, asadito de juca y majadito, que es arroz con carne, verduras y plátano macho. Se mostró encantada.
Mohamed Humair, de Pakistán, opinaba que ha mejorado mucho de un año a otro. Lleva tomando parte tres meses en la mesa de la convivencia y se alegra de que todo haya salido bien. Mohamed, tras el pintxo pote de las culturas ya tiene seguidores porque el pacora resulta impresionantemente y sabroso.
Kumba, por Senegal tuvo cola para realizar rastas senegalesas, rodeada de arroz y café, además de objetos de artesanía elaborada por sus compañeros.
Recursos propios
La fórmula no es nueva aunque el objetivo sí. Ya hemos oído hablar de la Feria de Las Naciones con empresas que utilizan el tema para mercadear simple y llanamente.
Lo novedoso aquí es que los recursos son propios, con gente que vive entre nosotros y que está encantada de mostrar como es su cultura, su gastronomía, su forma de ser.
Lo preparan ellos y ellas con orgullo de representar a su pueblo sin trampa ni cartón.
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